"¿Quién sabe si, para terminar, la cuestión del arte ingenuo y su definición no debe quedar abierta, irresuelta? Me animaría a dar una única caracterización. O más bien un diagnóstico: es increíble la cantidad de violencia que una obra de arte sufre a lo largo de su vida. El arte ingenuo trata a la idea de la obra de arte sin violencia, exige para la obra un trato no violento, cariñoso, sentimental, protector", advierte Claudio Iglesias, en el epílogo de La pintura ingenua, de Manuel Mujica Láinez. El libro, recientemente publicado por Iván Rosado, se presentará hoy en sociedad junto a una muestra con obras de pintores que participaron de ese "estilo" de arte. Será en el espacio El Bucle (Juan José Paso 1415), a partir de las 19.
"Conocíamos el texto de Mujica Láinez que había salido en los 60 en fascículos. Desde hace un tiempo fue un material atractivo para nosotros, ya que el autor hace mención a varios artistas que nos interesan mucho e incluso de otros increíbles que desconocíamos por completo", explican Ana Wandzik y Maxi Masuelli, editores del libro.
Dicen que el interés en publicar este texto de Mujica Láinez "tiene que ver con que vemos en el medio artístico una especie de interés recobrado por este tipo de pintura, de pintores. También porque a veces respondemos a un llamado interior que nos señala a una obra como necesaria en el juego de piezas que es el catálogo en el que trabajamos".
Consideran que es muy interesante lo que sucede al reconsiderar un texto a más de 50 años de su divulgación original, porque "genera que aparezcan pintores que vuelven a ser nuevos, son iluminados casi de casualidad" y en realidad "ahí estaban con su obra, desde siempre".
El texto comienza con consideraciones de Mujica Láinez referidas a la pintura ingenua, a la vez que hace un recorrido por espacios y autores clave que en aquel momento participaban de esa estética. A la vez, plantea una suerte de diccionario en el que identifica a autores. La publicación se completa y actualiza con un epílogo de Claudio Iglesias.
Los editores de Iván Rosado no se valen mucho del artilugio de recuperación o rescate, "destinos más posibles para un guardavidas o un médico", advierten sino que buscan en el cruce de la editorial y el espacio El Bucle propiciar "la convivencia de obras, piezas, imágenes provenientes de distintos contextos de producción", provocando "mezclas generacionales, conversaciones entre vivos y muertos, ya que el arte es un terreno común".
La muestra que presentarán hoy se llama Las teorías transparentes, inspirada "en el aire que recorre el libro de Mujica Láinez" que, "aunque no es una bajada directa del diccionario de pintura ingenua que él elabora, se le acerca en espíritu. Son todas pinturas datadas entre los 50 y los 70".
"¿Qué define a estos artistas?", se preguntan Wandzik y Masuelli y para eso recurren a las palabras de Iglesias. En el epílogo, "Claudio da buenas definiciones, como que la pintura ingenua es el espectro de la industria del arte y que en todo caso es una pintura sin violencia, de la violencia justamente de la industria. Eso podría definirlos, unirlos".
Así se exponen pinturas de Ana Sokol, Susana Aguirre, Dignora Pastorello, Guillermo Fernández de Gamboa, Enrique Gandolfo y María Laura Schiavoni
La muestra Las teorías transparentes inaugura hoy, a las 19, en Juan José Paso 1415. Otros días y horarios: comunicarse a www.facebook.com/elbuclearteargentino.
La selección
En la selección de pintores ingenuos que realiza Manuel Mujica Láinez figuran algunos rosarinos como los hermanos Schiavoni: María Laura y Augusto. También incluye a Orlando Ruffinengo, que no era de Rosario pero sí de la zona, era de Gálvez. "En nuestra exposición incluimos a María Laura y a Guillermo Fernández de Gamboa, como también a Enrique Gandolfo, de la localidad de Hernando (Córboba), hermano de nuestro poeta Francisco Gandolfo", precisan Ana Wandzik y Maxi Masuelli.
Sobre Gandolfo, los editores señalan que "es un caso raro porque una obra suya ilustra la tapa del segundo fascículo de pintura ingenua publicado en los sesenta, sin embargo no integra el cuerpo de biografías que escribe Mujica".
En la muestra también hay trabajos de Susana Aguirre. "A ella Mujica la adoraba, tuvieron relación desde muy jóvenes. A la peluquera ucraniana Ana Sokol, cuya peluquería era su espacio de trabajo también para la pintura y era un centro indiscutido para la circulación de artistas de esta naturaleza y a Dignora Pastorello, dueña de una composición entre geométrica y lírica y que en sus comienzos estudiara con Gómez Cornet y Jorge Larco".
La pintura ingenua integra la serie Maravillosa Energía Universal de Iván Rosado, una colección dedicada a textos y obras de arte.