Tras ocho meses a puertas cerradas, museos, bibliotecas y espacios culturales de la Municipalidad ultiman los detalles de los protocolos para poner en marcha las visitas presenciales. La apertura está a la firma de un nuevo decreto del gobernador Omar Perotti y todo indica que, una vez que ese paso se concrete, las visitas estarán habilitadas. Las normas serán estrictas: solo con turno, uso obligatorio de tapaboca y en modo burbuja familiar se podrán recorrer las muestras permanentes y temporales de cada uno de los organismos. La virtualidad tampoco desaparecerá de un día para el otro y está previsto que ambas dimensiones convivan durante varios meses.
La Secretaría de Cultura prepara la reapertura en dos fases que permitirán avanzar respetando las normas de seguridad y que, en ambos casos, serán implementadas progresivamente de acuerdo a las habilitaciones que defina la provincia y los detalles que vayan coordinando los equipos de trabajo de cada uno de los espacios.
Si bien hoy se realizará un adelanto en el Museo Castagnino para mostrar como se pondrá en marcha el proceso, las autoridades de Cultura están a la espera de la firma del gobernador para poner en marcha el sistema de turnos que permitirá habilitar definitivamente las visitas presenciales.
Más allá de las definiciones de cada uno de los museos, el Castagnino, el de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro), de la Ciudad, y de la Memoria, podr”na recibir visitas exclusivamente con turno previo a través del sistema municipal de turnos, y con medidas de cuidado estrictas y restricciones en el factor ocupacional.
Las pautas de cuidado
En una primera fase, las visitas solo estarán permitidas para las salas de los museos donde se exponen las muestras permanentes y temporales, y podrán realizarse en forma individual —no como una única persona, sino como una familia o una unidad de convivencia—. Sin embargo, por ahora no estarán permitidas las visitas grupales.
Si bien los organismos continúan con programaciones y actividades, como seminarios, talleres, conferencias y encuentros, para sumarse a estas propuestas también regirán las restricciones de factor ocupacional y tanto las visitas como actividades podrán hacerse con exclusivo turno previo.
Se buscarán aprovechar en este sentido los espacios al aire libre que tengan cada uno de los museos o las áreas adyacentes. En los talleres y propuestas cada participante debe permanecer en todo momento en la zona de trabajo asignada que antes y después de cada actividad se desinfectarán.
En el caso de las visitas a las muestras, tendrán un límite de 60 minutos como máximo, que en el caso por ejemplo del Museo Castagnino ya está previsto que será más corto aún: se estipuló de 40 minutos.
“De ese modo se busca evitar en todo momento la aglomeración de personas en los sectores de ingreso, espera y salas, manteniendo la distancia de un metro y medio entre las personas”, detallaron desde Cultura, y recalcaron que cada uno de los espacios que sean rehabilitados para la presencialidad se ventilarán de manera frecuente.
Convivencia
Lo cierto es que a lo largo de más de ocho meses, desde su cierre en marzo pasado, los museos buscaron y trabajaron a través de alternativas virtuales que les permitieran llegar a diferentes públicos: visitas de 360 grados a las salas de exposiciones, charlas y conferencias a través de plataformas online, y propuestas de ese tipo. Si bien ahora la presencialidad está lista para dar los primeros pasos, ambas modalidades convivirán durante los próximos meses.
“La idea es que las propuestas puedan desplegarse en ambos niveles para garantizar la accesibilidad a las mismas más allá de las restricciones impuestas por la pandemia”, indicaron desde la Secretaría de Cultura.
Lo que está claro es que para realizar las actividades in situ, quienes participen deberán utilizar obligatoriamente cubreboca, nariz y mentón. Y se sugiere que las personas mencionadas como grupo de riesgo, mayores de 60 años o quienes sufran enfermedades crónicas, se abstengan de concurrir.