Los trabajadores municipales arrancaron hoy un nuevo paro, esta vez de 72 horas, luego de que la gestión de Miguel Lifschitz desestimara su contrapropuesta de mejora salarial del 10%.
Los trabajadores municipales arrancaron hoy un nuevo paro, esta vez de 72 horas, luego de que la gestión de Miguel Lifschitz desestimara su contrapropuesta de mejora salarial del 10%.
Una medida de fuerza que, potenciada por los recesos de Navidad y Año Nuevo, no sólo impacta de lleno en los servicios públicos sino que resentiría la actividad administrativa interna del Palacio de los Leones.
Por lo pronto, las peatonales lentamente se fueron poblando de vendedores ambulantes que confiaban en realizar "alguna diferencia" en este fin de diciembre ya que tendrán tres días para trabajar con absoluta libertad. Algunos, más osados que aquellos tradicionales que despliegan lonas o manteles plásticos para exhibir su mercadería, habían instalado sobre la peatonal Córdoba una carpa plástica.
"La Municipalidad acercó una propuesta que el sindicato rechazó el lunes pasado, volviendo sobre su planteo original de un aumento del 10 por ciento a partir de diciembre. Fuimos claros: discutimos pautas salariales para el 2008", resumió ayer a La Capital el secretario de Gobierno, Horacio Ghirardi.
A escasas horas de la Nochebuena, y en pleno asueto, Ghirardi había recibido al secretario adjunto del gremio, Antonio Ratner. En ese marco, el dirigente entregó una contrapropuesta: adelantar a enero próximo (a cobrar en los primeros días de febrero) y sin escalonar el incremento total del 10 por ciento.
Previamente, y apostando a destrabar el dilatado conflicto, el municipio ofertó a los trabajadores un cinco por ciento de aumento en febrero y el restante cinco en marzo.
Sin embargo, Ratner desechó esa posibilidad porque, en función del sistema de cobro, el primer incremento termina en la Caja de Jubilaciones, razón por la cual los empleados percibirían "entre 70 y 80 pesos recién a comienzos de abril".
"No hubo una contrapropuesta, aunque se mantiene el diálogo", agregó Ghirardi, quien admitió que la situación "es bastante decepcionante" porque el ofrecimiento oficial "implicó un gran esfuerzo".
El intendente y su gabinete mantendrán hoy una reunión clave. Y nadie descarta la posibilidad de recurrir al Ministerio de Trabajo provincial para que dicte la conciliación obligatoria. "Estudiaremos las próximas medidas", sentenció Ghirardi.
Los municipales ya concretaron tres paros sucesivos de 24, 38 y 48 horas que desencadenaron una masiva venta ambulante en las peatonales, inactividad en los distritos, tránsito sin control y falta de barrido y limpieza.
Incluso una extensión de las huelgas en el tiempo podría generar problemas administrativos, entre ellos la liquidación de haberes. A fines de la semana pasada se llegó con lo justo al pago del aguinaldo al personal.
Mientras el propio Lifschitz advierte acerca de que "puede haber algo más" que un reclamo salarial detrás del paro, los delegados evaluarán mañana los pasos a seguir en el marco de su plan de lucha.