La posibilidad de que se reabra la cocina centralizada de Rosario ya es vista con buenos ojos
por Amsafé Rosario. La novedad se conoció el fin de semana pasado cuando La Capital reveló que
cooperadores y Ministerio de Educación están en conversaciones para concretar esta reapertura. El
secretario general del gremio rosarino, Gustavo Terés, indicó que la decisión "aliviará las tareas
de los equipos docentes". Desde ATE, proponen que "se abra un debate serio y profundo", pero que de
una vez por todas se le dé un destino al edificio de Felipe Moré al 900.
La cocina centralizada funcionó a mediados de la década de los 90 en la sede de la Federación de
Cooperadoras Escolares (Felipe Moré al 900). Actualmente y luego de su cierre, sólo quedan
máquinas, hornos y hasta cámaras frigoríficas abandonadas en un edificio que con mucho sacrificio
se intenta recuperar.
Desde hace unos meses cooperadores y Educación provincial vienen conversando sobre un proyecto
para reabrir la cocina que preparaba comida para las escuelas. Por ahora el tema se guarda
públicamente, igual este medio pudo confirmar que ya está en la agenda de las discusiones.
El reclamo de que estos espacios donde se prepara y da de comer a los chicos no sean
administrados por los directivos y docentes es largo y cada tanto se reedita. No es para menos,
desde administrar las compras hasta el manejo del dinero son tareas que se mezclan con las de
planificar la clase y evaluar a los alumnos. Todo por el mismo salario y en el mismo tiempo. Esto
genera un trabajo desigual para quienes cuentan con el comedor en sus escuelas y con aquellos que
no.
Por eso las ser consultado sobre cómo evaluaba la posibilidad de reabrir la cocina centralizada
el secretario general de Amsafé Rosario, Gustavo Terés, expresó a
LaCapital.com.ar: "Es importante desde el punto de vista de aliviar las tareas del
equipo docente y directivo, porque esto pone la responsabilidad del manejo de los comedores en
equipos y en una coordinación especifica".
Para Terés que se reabra la cocina significa además un ordenamiento mejor en el funcionamiento
de las escuelas y desde ya en los costos de la comida que se prepara.
El representante de los maestros, sin embargo, se detuvo a recordar que es clave devolverles a
los directores y equipos docentes el tiempo pedagógico que necesitan para atender a sus escuelas.
"Los directivos (que tienen comedores a su cargo) deben dedicar una buena parte a este trabajo, eso
significa una sobrecarga que además los saca de sus especificidad".
"Hemos visto -continuó- directivos que deben dedicarle todo un día de su jornada laboral a
atender problemas propios del comedor escolar". Y luego repasó las tareas que les implican:
coordinar con la ecónoma, supervisar las compras y el funcionamiento del comedor, atender a los
proveedores y manejar dinero, entre muchas otras, todo sin un equipo administrativo que lo rodee en
esta tarea.
Desde ATE
Por su parte, el secretario gremial de ATE Rosario, Gustavo Martínez se mostró más proclive a
"dar un debate profundo y serio" sobre el destino que se quiere dar al edifico de Felipe Moré
900.
En principio dijo que "es auspicioso que los cooperadores se ocupen desto, es un avance que se
conversen estos proyectos", para luego reclamar que se dé un urgente destino al espacio abandonado
donde tiene su sede la Federación de Cooperadoras Escolares.
"Cualquiera que sepa lo que cuesta mantener un microemprendimiento, se da cuenta de lo urgente
que es darle una utilidad a ese espacio", dijo Martínez.
Sin embargo, a la hora de hablar específicamente de la cocina centralizada consideró que
"no se puede volver al esquema anterior" de manera exclusiva. Sí que es necesario "conservar
aquellos comedores que ya están bien instalados y que muy bien funcionan en las escuelas y que
garantizan buena comida".
Martínez agregó que ven muy viable que "se haga algo urgente con ese edificio en desuso" y
propuso, por ejemplo, además de la posibilidad de reabrir la cocina, impulsar proyectos de
microemprendimientos o instalar una escuela de oficios.
La cocina de ayer y hoy
El plan sobre el cual conversan Educación y cooperadores buscaría armar una comisión que se
encargue de administrar la cocina, y se trataría de contratar el servicio de productores y
huerteros de la zona, tal como deslizó una fuente confiable a este medio.
Todavía no se conocen detalles de estas charlas, pero ya se sabe que no es tan sencilla poner en
práctica la idea, en especial porque como dice la misma fuente "hay muchos intereses en juego
aquí". Todo indica que en dos meses se conocería la propuesta de manera pública.
La cocina centralizada que funcionó en Felipe Moré al 900 preparaba unas 60 mil raciones
diarias de comida. Hace 14 años que se cerró y aún se conservan maquinarias de todo tipo,
incluso sin estrenar.
La nueva conducción de la Federación de Cooperadoras ya había anticipado el año pasado que ponía
el espacio a disposición del Estado, pero también "que no tenían interés en gerenciar la cocina".
En ese momento se calculaba que ponerla a trabajar de nuevo demandaría "unos 500 mil pesos" al
Estado provincial.
Hay que recordar que entre 1991 y 1996 funcionó la cocina que daba de comer a los chicos
rosarinos y de la zona. En el 96 se cerró por los sucesivos retrasos del pago de los salarios de
los 210 empleados que trabajaban por ese entonces.
También porque el ex ministro de Educación, Fernando Bondesío (funcionario del ex gobernador
Carlos Reutemann) puso mucho interés en que se cerrara y trabajó para ese objetivo. La idea
que tenía era regresar al sistema privado de asistencia a los comedores.
En la actualidad los comedores y copa de leche funcionan en las escuelas, muchas de ellas
preparan para otras instituciones que disponen del espacio físico para esa función.
Se estima que hoy unos 129.000 chicos reciben a diario la copa de leche en sus escuelas. Por
otro lado, se entregan alrededor de 57.000 raciones de alimentos en los comedores escolares
ubicados solamente en Rosario. La cantidad se amplía ostensiblemente si se extiende a todo el
departamento.