El Libro de los Clasificados de La Capital cumple 15 años y lo celebra con edición especial y un sorteo para el asombro. El festejo quiere retribuir la respuesta de los lectores a un formato que en 1996 llegó para convertirse en una verdadera marca registrada de la ciudad. Hoy salen a la calle 270 páginas en cinco tomos con miles de avisos para conectar, como cada domingo, la oferta y demanda de una zona tan amplia que hasta incluye otras provincias y países limítrofes.
En esta megaedición de anuncios, los lectores de La Capital encontrarán un cupón para participar de su 15º aniversario con un sorteo de premios especiales. Habrá en juego cinco netbooks, otras tantas tablets, bicicletas, cámaras digitales y microondas. En total, 25 razones de peso con las que el diario agradece haber acompañado el proyecto durante tanto tiempo.
Este formato especial de presentar los avisos clasificados nació como una herramienta funcional, ya que, al estar separada del cuerpo del diario, permite disponer durante toda la semana de los miles de anuncios publicados cada domingo. En la actualidad el Libro de los Clasificados tiene tres tomos que a través de 112 páginas publica un promedio de 13 mil anuncios cada domingo.
“Es un verdadero recurso para quienes quieran consultar precios y buscar ofertas de todo tipo de artículos durante toda la semana”, explicaron Eduardo Manavella, Sergio Castello y María Ester Wojtowicz, todos protagonistas de primera hora del Libro de los Clasificados, cuando entre seis y diez personas llegaban a tipear miles de avisos en jornadas agotadoras que concluían más allá de la medianoche.
“Fue un furor”, recuerdan y describen el impacto que 15 años atrás causó el debut del original formato en Rosario. Con el tiempo el Libro de los Clasificados se informatizó e incorporó color, un atractivo extra para las ya famosas páginas que los lunes suelen verse debajo del brazo de quienes buscan empleo o requeridas en las mesas de los bares para rastrear alguna oferta.
Perlitas. Estar en contacto con la necesidad de ofrecer o comprar se termina convirtiendo en un verdadero anecdotario a través de los años. “En una ocasión alguien puso el aviso de la venta de una araña, una luminaria antigua, y en medio de tanto trajín por tipear los avisos salió publicado en el rubro animales domésticos”, relatan entre sonrisas. Y agregan otra nota de humor, como la vez que el anuncio incluyó la frase “saludo a usted muy atentamente” que el anunciante había estampado en el texto escrito que acercó al diario.
“La gente se apropió del Libro de los Clasificados y no sólo venden y compran, también ponen saludos para fechas especiales, hasta fotos de mascotas en el día del animal”, comentaron y calificaron al sistema como una “verdadera comunicación que la gente se acostumbró a utilizar”. Anuncios de Córdoba, Buenos Aires, Mar del Plata y hasta la costa uruguaya pasan por las páginas cumpleañeras, que se convirtieron en otro clásico rosarino.