Gumersindo Lafuente del diario español El País fue el encargado de cerrar el exitoso Foro de Periodismo Digital que durante tres días se desarrolló en Rosario y fue auspiciado por la UNR, Fundación Osde y Fundación La Capital.
Gumersindo Lafuente del diario español El País fue el encargado de cerrar el exitoso Foro de Periodismo Digital que durante tres días se desarrolló en Rosario y fue auspiciado por la UNR, Fundación Osde y Fundación La Capital.
A sala llena el periodista español dictó una conferencia magistral bajo el título “Periodismo con futuro”, en la que recordó a los periodistas que “el rigor periodístico” es lo que distinguirá su tarea además “de una sana rebeldía permanente”. Destacó además que no se puede ignorar lo que sucede en las redes donde circulan las noticias que tres días después ilustran las tapas de los diarios y sentenció: “La realidad está en la calle y también está en las redes sociales”.
Lafuente reveló como es la organización del trabajo en el diario español: “El cien por cien de la redacción de El País trabaja para la primera salida que es la de la web, se trabaja por turnos, y luego se hace un diario en papel cada 24 horas. Hay un mismo director, una misma marca (se dio de baja al .com) y hemos cambiado radicalmente los horarios de trabajo ya que no existe más la adrenalina del cierre, se trabaja pensando en la web, y en la agenda informativa de la mañana, luego hay otra tanda pensando en la tarde y otra tanda pensando en la noche. Se trabaja pensando en web y todo por principios se publica en la web”, detalló.
Respecto al diario en papel señaló: “Lo que se publica en el papel va a ser más pobre que lo que está en la web porque lo que está en la web sigue vivo, se le agrega, se le suma información, testimonios, contexto. Igual no hay que dejar morir al diairo en papel, pero sí está claro que van a ser muy diferentes y van a sobrevivir muy pocos”. Incluso contó que en El País ya nos e habla de "diario" sino de "sistema de información".
Con gracia se comunicó desde el inicio con el auditorio al exclamar: “No quiero ser un anfibio, ni una rana (en referencia a conceptos vertidos por panelistas anteriores), quiero ser periodista” y con una anécdota posterior logró sacar carcajadas de los participantes. Para ingresar en la idea del rigor periodístico contó una situación personal que lo marcó de por vida.
“Nací con dos cabezas. Me enteré cuando tenía siete años en una fiesta familiar ya que una tía pasada de copas me dijo ‘seguro que tu madre no te ha dicho que naciste con dos cabezas’. Pasados los meses estremecido por el asunto insistí con el tema, volví a mi pueblo, me crucé con el médico y me lo confirmó: ‘Anda, tu eres el niño de las dos cabezas’ y en realidad me explicó que era una bola de pus que parecía otra cabeza en los estudios y por suerte después cuando nací, no lo era”, relató Gumersindo Lafuente en su radiante exposición.
“Esta historia la cuento porque para mi el periodismo es el rigor, no me importa la velocidad, los seguidores en Twitter, el video, el multimedia. Pero si es necesario recordar que sin rigor no hay periodismo, y eso tiene que ver con nuestras fuentes”, resaltó.
Revolución tecnológica. Recordó la importancia de las rotativas que fue una de las grandes revoluciones del periodismo e indicó que después, durante el siglo XX, la tecnología no tuvo grandes modificaciones, "más bien fue parecida".
“Ahora la tecnología vuelve a ser algo fundamental para hacer periodismo, es impresionante la revolución porque cambia la forma de hacer periodismo. Para las empresas y los periodistas que lo sepan aprovechar es una oportunidad, aunque es verdad que no se ha encontrado aún el modelo de negocio”, dijo.
Los grandes medios no se han dado cuenta que la publicidad muchas veces está en los contenidos –afirmó- y puso como ejemplo que en algunos países los clasificados ahora han pasado a ser un contenido en sí mismo, “porque se arman sitios completos por ejemplo sobre inmobiliarias en los que se puede ver los interiores de las casas de los vecinos o de los millonarios, y son muy atractivos”.
Destacó que los grandes inventos y negocios de internet como son Google, Facebook, Twitter, Youtube no se le ocurrieron ni a los dueños de los medios tradicionales ni a los periodistas.
En ese sentido afirmó que “hoy una empresa periodística poderosa en la red tiene que ser una empresa poderosa en tecnología porque sino no es innovadora”. Y advirtió que los periodistas con conocimientos en programación serán fundamentales.
Respecto a como sobrevivir en esta época de cambio dijo: “Como en todas las revoluciones es seguro que habrá muchas muertes, rueden cabezas, es una tragedia , y si bien no hay una solución clara, hay cosas que los periodistas podemos hacer”.
Periodistas rebeldes. Sobre el trabajo de los periodistas recordó bases fundamentales de la tarea: “Hay que tener una amplitud de mirada, perder arrogancia. Este oficio es extremadamente delicado porque con una nota de cinco líneas uno puede arruinar la vida de una persona, más hoy con las búsquedas de internet, por eso es preciso recordar que ser periodista conlleva muchas responsabilidades”.
“Lo que distingue al buen periodista es una sana rebeldía permanente que no significa hacer golpes de estado sino que hablo de la rebeldía cotidiana. Primero hay que manifestarlo a sus jefes y después aprovechar los lugares que se han conseguido”, dijo.
“En este nuevo escenario en el que estamos por el suceso de la tecnología hay cuestiones que no sucedieron nunca, por ejemplo que los medios antes éramos imprescindibles porque éramos intermediarios entre el poder y la gente. L a tecnología hizo saltar esa situación por los aires. Ahora hay mucha gente que usando las herramientas de la web puede hacer cosas muy parecidas a las que solo hacíamos los periodistas”.
“Resulta que los periodistas controlábamos al poder y resulta que ahora la gente controla a los periodistas, y es bienvenido quizás porque por ahí estábamos muy cómodos. Puede ser que nos complique la vida, pero nos ayuda a encontrarnos con la esencia de nuestro oficio”.
Redes sociales. Lafuente hizo especial hincapié en lo que ocurre en las redes sociales y muchas veces es despreciado por algunos periodistas. “Hay noticias que están durante una semana en las redes y los diarios la publican en las portadas tres días después, hay que tomar nota de esto”.
“Los periodistas que ignoran lo que sucede en las redes sociales están equivocados, nuestro trabajo es contar la realidad y la realidad también está en las redes”, afirmó.
Y señaló una frase que traerá polémica: “La realidad está en la calle y también está en la red”, y agregó que “hay muchos datos en la red que pueden servir para contar historias”.