Por Claudio González
Héctor Rio
Caso complejo. La Fiscalía sostuvo que la investigación tuvo particularidades difíciles de desentrañar.
Con una sala repleta de allegados a la víctima, ayer se puso punto final al juicio oral y público en el que un hombre de 42 años fue condenado a la pena de 10 años de prisión efectiva por el delito de abuso sexual con acceso carnal contra su propio hijo. El ultimo incidente que detonó la denuncia contra el acusado fue descubierto por la propia madre de la víctima dentro de una habitación familiar.
Una situación intrafamiliar compleja desembocó en la denuncia contra un hombre que, además de mantener sometida a su mujer, fue hallado culpable de hacer lo propio contra el niño menor de edad, hoy adolescente, quien durante el proceso no pudo terminar de internalizar la gravedad de vejaciones de las que fue víctima.
Las conductas inapropiadas de Hernán Carlos M. no eran advertidas por su pareja, ya que en varias oportunidades se daban por naturalizados algunos hechos graves. La pareja atravesaba serios problemas de adiciones, y en ese camino nunca reparó en las enormes consecuencias para la salud del niño.
Sin embargo, la mañana del 28 de septiembre de 2018, a las 5.30, el hombre fue descubierto por M. arriba de su hijo dentro de una habitación del departamento de un edificio de la zona del parque Independencia. La mujer, que ese día también estaba aturdida por el consumo de estupefacientes, llamó al 911, llegó la policía y, con algunos baches contó lo ocurrido.
En esa presentación y, al declarar ante los psicólogos, abogados de la secretaría de Niñez y del Centro de Asistencia Judicial (CAJ), la mujer dijo que sospechaba de que el hombre "violaba a su hijo", que a veces la escupía a ella, le decía burra, ignorante, villera, y siempre la subestimaba. También narró que era habitual ver como padre e hijo se metían juntos en la habitación.
Terapia
Antes del episodio que desembocó en la acusación, la denunciante advirtió que su hijo "tenía problemas, se hacía pis en la cama y asistía a terapia psicológica", que no hablaba demasiado y vivía "encerrado y manipulado por el padre".
El caso, cuyos detalles se preservan, fue expuesto esta semana en un juicio oral y público donde la fiscal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Carla Cerliani, presentó una serie de pruebas coincidentes que buscaron dar por probados los abusos. Y pidió 15 años de prisión efectiva por el delito de abuso sexual con acceso carnal calificado por el vinculo y por haberse aprovechado de la convivencia con el menor.
La funcionaria remarcó que se trató de un caso "particular, complejo, porque el chico no pudo contar concretamente los abusos, sus padres eran adictos, y la madre estuvo mucho tiempo sumida en un cuadro de depresión, encerrada, dependiente del acusado, por el cual no pudo visualizar lo que ocurría".
"La declaración de los médicos sobre la entidad de las lesiones anales inespecíficas pero de reciente data, el testimonio tomando como creíble de la madre, el de los psicólogos y asistentes sociales que abordaron la situación del niño abusado y expusieron que las víctimas de estos delitos a veces no pueden sociabilizar lo que padecen por la cercanía y el vínculo con el abusador y es esperable que lo defiendan. Estos elementos fueron ponderados por el jurado para acreditar los hechos", valoró Cerliani.
La defensa, en tanto, puntualizó que los análisis biológicos a las prendas y al niño dieron positivo de plasma seminal (matriz liquida que compone el semen), que no contenía espermatozoides, lo cual impidió determinar si correspondían al abusador o a la víctima. Por ello tampoco se pudo cotejar el ADN. Además, remarcó el estado de delirio que podría tener la denunciante en el momento del hecho por el consumo de droga. Y solicitó la absolución del acusado.
Aunque no se conocieron los fundamentos, por mayoría los jueces del Tribunal integrado por Héctor Núñez Cartelle, María Trinidad Chiabrera y Mariano Alliau dieron por acreditado el abuso, y condenaron a Hernán Carlos M. a la pena de 10 años de prisión efectiva por el delito de abuso sexual con acceso carnal calificado por el vinculo, y por haberse aprovechado de la convivencia con el menor, que hoy tiene 14 años de edad.
“Conceptualizar el relato”
“Lo interesante de este caso fue el desafío de conceptualizar el relato de un niño víctima de un abuso intrafamiliar. Durante un año nunca pudo expresar lo ocurrido, por la cercanía, por el vínculo con el abusador, pero eso tiene que ver con las respuestas de este tipo de situaciones. La Fiscalía no se puede quedar con eso, y debe avanzar en la investigación”, recalcó al fiscal Carla Cerliani sobre la importancia de otras pruebas (pericias psicológicas sobre todo) que se volcaron en el juicio donde se logró probar el abuso sexual.
Por Mariano D'Arrigo