El proyecto para construir cinco torres de 20 pisos cada una y cocheras subterráneas en la zona del cruce Alberdi (Salta y Cafferata) llegará finalmente hoy al Concejo Municipal. Se trata de una de las iniciativas privadas más significativas de la ciudad de cara a los próximos años, a partir de la decisión de la compañía cerealera Cargill de retirarse del lugar y levantar en el predio el complejo inmobiliario que necesita la aprobación del cuerpo deliberativo.
Además, a la altura de Salta habrá un frente de hasta seis pisos de departamentos. En tanto, Cafferata será abierta al tránsito y el desarrollador deberá otorgar una compensación económica al municipio.
La puerta que abrió la posibilidad de que el plan llegue al Palacio Vasallo fue precisamanente el convenio que se firmó ayer entre la firma Cargill y la Intendencia en el que se definieron plazos, usos urbanísticos y otras cuestiones necesarias para que el Concejo autorice la construcción de las torres. La cerealera resolvió abandonar su planta comprendida por dos manzanas tras años de peleas con los vecinos por una aparente contaminación. De esta manera, las construcciones de la planta que todavía permanecen en el lugar se demolerán para levanar los edificios con 500 viviendas en total destinados a sectores medios en un predio de 70 mil metros cuadrados.
El dato al que accedió LaCapital era anoche guardado con celo por parte de la administración de Mónica Fein para evitar que trascendiera y fuera el Concejo el primero en enterarse apenas arribara el mensaje proveniente de la Secretaría de Planeamiento.
Tal como en febrero pasado había anticipado este diario, la multinacional presentó en la Intendencia un escrito para dejar de operar su planta cerealera de Salta y Cafferata. La salida de Cargill sigue lineamientos similares a lo ocurrido con la firma Servicios Portuarios, también acusada por el vecindario de generar contaminación. En este caso, una vez zanjado un larguísimo conflicto, en los predios ocupados por la compañía en la zona de Puerto Norte hoy ya se levantan e incluso se habitan torres premium en el área costera con el metro cuadrado más costoso de Rosario.
Por eso, respecto del caso Cargill, el titular de Planeamiento, Pablo Barese, ya había indicado que será un doble beneficio para la ciudad: "Deja de operar la cerealera en una zona residencial, lo que había generado un foco de conflicto con los habitantes del barrio durante años por su presunta contaminación ambiental, además del proceso de transformación urbanística muy importante para dos manzanas, lo que supone además una fuerte inversión y generación de puestos de trabajo".
La realización de obras en Salta y Cafferata es pensada para el mediano plazo. Se estima que los trabajos se iniciarán el año próximo con el objetivo que, previo a derribar las actuales estructuras, las torres se encuentren erigidas en unos cinco años.
Además, Cargill debe mudar su sector productivo a la zona de puertos, relocalizar las oficinas administrativas y demoler las áreas cerealeras existentes que no pueden reciclarse, según los responsables de Planeamiento, y no forman parte del patrimonio urbano rosarino.
Apertura. Con la apertura de calle Cafferata, el nuevo emprendimiento permitiría extender Bordabehere hasta Francia, vinculando el cruce Alberdi con la costanera.
En el marco del proceso de negociación con Cargill, la Municialidad le exigió una compensación económica por la posibilidad de construir en altura en esa zona. Serían obras de remodelación en la zona de Patio Parada, en el cruce Alberdi, donde se alojaría una estación multimodal de pasajeros.