Rosario- El intendente Miguel Lifschitz ratificó hoy que la aplicación del Código
Urbano tal cual fue aprobado no está en discusión, mientras que resaltó que "no sería serio
modificarlo sustancialmente", aunque señaló que sí está dispuesto a "dialogar y tratar de encontrar
soluciones en común en problemas de interés común".
En diálogo con LT8 esta mañana, el titular del Palacio de los Leones indicó que si bien no
estuvo presente en la reunión de ayer entre las partes involcuradas en el asunto "me voy a sujetar
a la opinión de los técnicos y también a la de los concejales, porque en definitiva cualquier
modificación la tiene que aprobar el Concejo".
Consultado sobre si la idea de la intendencia era mantener el espíritu del Código Urbano o si
había alguna posibilidad de discutir reformas que echarían por tierra esa idea, Lifschitz fue
contundente: "En eso hemos sido claros, a pesar de alguna información periodística que ha sido
parcial. Nuestra posición es la de respetar el Código Urbano tal como fue aprobado en su momento.
Fue el fruto de una discusión muy larga entre profesionales, la universidad, los bloques del
Concejo tuvieron el tema en discusión. Así que no sería serio que a menos de un año de haberse
sancionado este Código estuviéramos modificándolo sustancialmente. Sí estamos dispuestos a analizar
algunas otras cuestiones, que no se vinculan con el Código Urbano, que son cuestiones de
procedimiento, que sí se pueden flexibilizar, que pueden ayudar a que algunos proyectos se pongan
en marcha. Seguramente alguna propuesta vamos a hacer al Concejo, pero en esos términos".
También mostró su firmeza al aclarar que "el tema altura es una cuestión de fondo y no está en
discusión"
Consultado sobre la postura de los empresarios, que plantean que lo que ofrece el municipio es
insuficiente y que el nuevo Código provocará un impacto directo en la construycción, el intendente
subrayó que "no, para nada. Recién entró en vigencia y sería aprsurado estar detectando un impacto
de la vigencia del nuevo Código. ES más, hoy hay numeroso proyectos que están aprobados por el
viejo código y que aún no se han puesto en marcha. Por eso digo que sería muy poco prudente
atribuirle a la vigencia de éste el impacto en la situación económica en la construcción. Creo que
eso tiene más que ver con la realidad general, con la falta de confianza de los inversores, con la
preocupación de lo que pasará con la economía argentina después de las elecciones del 28 de junio.
Hay que tener un poco de paciencia y esperar que se acomoden las variables económicas y seguramente
la actividad de la construcción va a seguir para adelante. Pero la mesa de diálogo quedó abierta y
en aquellos temas donde se puedan encontrar soluciones compartidas las vamos a apoyar".