Siete de cada diez argentinos no encuentra ropa o calzado de su talle, una problemática agravada en la pandemia donde la población, en general, aumentó de peso. La mayoría de quienes sufren esta problemática son adolescentes y adultos jóvenes. El 80% de ellos tienen entre 15 y 44 años. Los datos surgen de un estudio realizado por el Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (Cipdh-Unesco) divulgado el viernes pasado.
Frente a estos datos, el titular de Borrel Group, Rubén Nocino, responsable desde hace 55 años de una empresa rosarina dedicada a la fabricación de calzado e indumentaria, opinó que para él la salida a la problemática es habilitar "comercios con talles especiales".
El Estudio Antropométrico Nacional Argentino (EAAr) se elaboró entre el 15 de enero y el 15 de febrero pasado en las capitales de todas las provincias argentinas con relevamientos en 675 locales de venta y encuestas a 10.256 personas. De esa población, el 70,8% de los consultados reconoció sentirse excluido del acceso a gran parte de las prendas que le gustaría adquirir por estar afuera de los estándares con los que se rige la industria textil, y que el 65,6% se siente mal “por no encajar en la ropa que pretenden”.
Consultado este lunes por "El primero de la mañana" de LT8, Nocino dijo que el problema está regido por las leyes de la oferta y la demanda pero también por el centimetraje con que elaboran sus telas las grandes fábricas de jean. "Grafa, por ejemplo, elabora telas que usan las chicas hoy para la moda matambre de 1.35 metro de ancho y para cortar un talle superior a 48 esa lona no sirve", asegura el fabricante que vende en Santa Fe, Córdoba y hasta Santa Rosa de la Pampa.
El dato lo agrega al frecuente problema de la poca demanda que hay para calzado que supera el 45, camisas con talle superior al 50 o pantalones por encima del talle 60.
"Las mujeres son más cambiantes, el varón es más conservador y si usa talles grandes no lo sacás del azul, negro, visón o beige" y asegura que si un comerciante compra prensas para esa acotada demanda "seguro va a pérdida, entonces lo mejor es tener negocios específicos para mayores tamaños", sugirió, aunque nada pudo pudo decir cuando se le preguntó si esa postura no era estigmatizante.
Talles únicos
En el estudio de la Unesco también se reportó que el 86,6% de la población encuentra con frecuencia prendas solo en "talle único" lo que gambetea a la ley de Talles.
La norma N°27.521, sancionada en noviembre de 2019, establece la creación de un Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria (Suniti), que hace a la fabricación, confección, importación y comercialización, tanto presencial como digital, de indumentaria de personas mayores de 12 años.
El sistema se basa en los datos que terminó de recopilar el EAAr y busca definir la forma y dimensiones actuales y propias de los cuerpos que conforman la población del país, cuyos resultados finales aun no fueron presentados.
La directora ejecutiva de Cipdh-Unesco, Fernanda Gil Lozano, sostuvo: “Si bien tenemos una ley de talles, esta ley tiene algunos inconvenientes porque la gente mayoritariamente no está encontrado ropa ni calzado”.
En este punto, explicó que desde el centro que preside, hace tiempo trabajan sobre el impacto que tuvo la pandemia de covid-19 y que "uno de los más grande ha sido el aumento de peso".
"El de talles es un reclamo permanente; qué pasa cuando uno se quiere comprar algo, si se encuentra la ropa; no es un tema menor porque es uno de los derechos humanos básicos, vestirse", explicó Gil Lozano y agregó: "estas son como pequeñas alarmas que nos ponen en evidencia que más allá que la ley fue un avance enorme, hay que buscar la forma para que en la reglamentación se obligue a los locales a tener y estandarizar mejor todas las medidas que la ley indica”.