Los patrullajes conjuntos de 24 horas entre la policía y la Guardia Urbana
Municipal (GUM) iniciados hace un mes en las peatonales ya están arrojando un saldo positivo. Así
lo entienden los responsables de las propias agrupaciones, para quienes ha disminuido la actividad
de mecheras y arrebatadores. En tanto, los comerciantes coinciden en que se nota mayor presencia de
personal de seguridad, pero eso no alcanza para despejar el clima caótico que las obras de
remodelación le imprimen al paseo. Lo cierto es que ya se está pensando en extender esta forma de
trabajo a otras áreas del centro.
La experiencia se inició el pasado 27 de septiembre con parejas
conformadas por un guardia urbano y un policía que vigilan a pie las calles Córdoba entre
Presidente Roca y Laprida y San Martín entre Córdoba y San Luis. La idea surgió para contrarrestar
problemas relacionados con la incumbencia de cada agente. Por ejemplo, la GUM no puede actuar ante
el delito y la policía no tiene injerencia en ciertas contravenciones, como la venta ambulante sin
permiso. Además, el dispositivo refuerza la presencia del personal, ya que cada pareja tiene dos
cuadras para cubrir.
No obstante, el sistema todavía se está rectificando para terminar de
compatibilizar cuestiones de organización como los turnos, que en el caso de la GUM son de tres a
cuatro horas mientras que los policías trabajan doce. Lo cierto es que ahora la GUM dispone de 5
efectivos por tanda y la policía duplica al menos esa cantidad, ya que los agentes que se van
incorporando a la fuerza hacen sus primeras prácticas en esta zona con un tutor.
En movimiento. “Es un cambio importante, antes había un agente fijo por garita y los
que patrullaban eran como adicionales u horas extras. Ahora hay personal específicamente destinado
y está previsto ir ampliando el dispositivo”, resumió el titular de la Brigada de Orden
Urbano (BOU) de la policía, Sergio Ramos.
El comisario destacó las ventajas del trabajo en colaboración con la
GUM, que aporta móviles y un sistema de comunicaciones propio que les permite mejorar el contacto
con los comerciantes, e indicó que los hechos de arrebatos y robo han mermado un poco, lo que
“demuestra que la prevención está sirviendo”.
“Pero lo más interesante, según nos dicen los propios
comerciantes, es que ahora al policía se lo ve caminando y está en todas partes”, agregó.
“Positivo”. Para el coordinador de la GUM, Oscar Contreras, la experiencia
“es altamente positiva”, entre otras cosas porque “se terminó con la presencia de
vendedores ambulantes por las noches durante los fines de semana, se hicieron unas 90 actas a
vendedores o músicos que estaban sin permiso, y se logró disuadir el ingreso de los arrebatadores a
la zona, que me animaría a decir disminuyeron en un 90 %”.
Feria. Si hay un ejemplo para cotejar el funcionamiento del dispositivo, puede encontrarse en
alguno de los cuatro días de paro municipal que hubo en el último mes, más el feriado por el Día de
Rosario, que dejó a la peatonal sin la GUM.
“Vendían lo de siempre, pero mucho más, hasta quesos, jamones y
pájaros”, recordó Contreras, y citó un “aumento de mecheras y arrebatadores,
complicaciones en las paradas de colectivos y mucha suciedad”.
Conforme por los resultados hasta el momento, el funcionario advirtió
que el sistema mejorará. “Tenemos reuniones periódicas con el BOU para agilizar el mecanismo.
Está la idea a extender la cobertura por los laterales y hasta calle San Luis, lo que dependerá de
la cantidad de personal que se disponga. Creo que con cobertura y presencia permanente y sostenida
en el tiempo, la seguridad en el centro va a mejorar”, avizoró Contreras.