Por Carina Bazzoni
La remodelación del paseo comercial más antiguo de la ciudad comenzó a principios de julio. Según datos de la Secretaría de Obras Públicas del municipio, las tareas de refacción tienen un avance del 25 por ciento. Si todo sale como está previsto y se mantiene el ritmo de obra, se estima que los trabajos terminarán antes de fin de año.
Más de dos docenas de operarios de la contratista Del Sol trabajaban ayer en distintos frentes de trabajo. Por las veredas impares de Córdoba, entre Paraguay y España, ya estaba concluido el recambio de baldosas y se preparaban los nuevos sistemas para poder realizar el recambio de luminarias, sin tener que volver a romper veredas.
Sobre calle España también se estaban reparando conexiones cloacales que se encontraban deterioradas, para después avanzar con el cambio de veredas.
Por el pasaje Alvarez, un camión sacaba escombros de la Biblioteca Argentina, también sometida a una importante remodelación. Y un sector de la plaza Pringles se encontraba cerrado, lo que anuncia el inminente comienzo de las obras de recuperación del espacio verde.
Aún así, en algunos bancos, grupos de obreros y alumnos del secundario almorzaban aprovechando el sol del mediodía, al margen de las tareas de operarios y del movimiento comercial de tiendas de moda y sucursales bancarias.
Cruzan los dedos
Silvia Bozzi está al frente del centro comercial a cielo abierto que se extiende entre San Lorenzo y Rioja, desde Paraguay a Oroño. Cuando concluyan las obras, ese espacio quedará identificado como "Paseo del Siglo. Distrito Comercial", con una señalética particular que señalará los edificios históricos y le sumará un recorrido turístico al paseo.
Del centro comercial participan unos 500 comerciantes que siguen de cerca los trabajos de remodelación, desde el proyecto. "Las obras avanzan a buen ritmo. Y lo más importante es que no se interrumpe el tránsito de vehículos y peatones y se mantiene el ingreso a los comercios", señaló Bozzi y destacó que "prácticamente no se han recibido quejas de los dueños de los comercios".
Por supuesto, sostuvo la mujer, "la obra ocasiona algunas molestias, pero no son más que lo que genera tener albañiles en nuestra casa. Sabemos que cuando se terminen, realmente van a cambiar la imagen del paseo", indicó. Y apuntó que "cruzan los dedos" para poder inaugurar los trabajos antes de fin de año.