Por Carina Bazzoni
Marcelo Rubén Bustamante
La suspensión de gran parte de las tareas de bacheo y la llegada de una primavera lluviosa y cálida se hacen sentir en las calles de la ciudad. Sobre todo en los corredores del transporte urbano de pasajeros, donde agigantados por la gran circulación de vehículos, y sus constantes arranques y frenadas, florecen fisuras y baches. En muchos sectores de los carriles exclusivos de las calles Santa Fe, Maipú o Laprida el asfalto está desprendido y los hundimientos complican la transitabilidad. El Metrobús de avenida Alberdi, otra vez, demanda arreglos (ver aparte).
Esta semana, los técnicos de la Secretaría de Obras Públicas del municipio pusieron en marcha un relevamiento del estado de las calles de la ciudad. El resultado del trabajo será el principal insumo del plan de bacheo que, según anunció el intendente Pablo Javkin, comenzará en enero.
Según advirtió hace dos días el funcionario, "venimos de muchos meses con problemas de inversión", por lo cual "se va a establecer una prioridad para empezar a reactivar algunos contratos".
Desde las áreas encargadas de rearmar el plan de obras, el orden de los trabajos privilegiará a las grandes avenidas y las calles por donde transita el transporte público, sectores donde más se evidencia el deterioro de las calles.
Una recorrida realizada por LaCapital recogió ayer las quejas de automovilistas y vecinos. En el sector preferencial para los colectivos de calle Maipú la falta de mantenimiento se hace notar. En la esquina con Rioja, sobre el paso peatonal hay un bache que permite volver a admirar la vieja carpeta de adoquines. En el cruce con San Juan, la línea blanca parece ondulada por la deformación del pavimento.
La calle Laprida no muestra una mejor cara. Entre esas mismas calles, el paso de los colectivos imprimió una huella profunda y los baches ya no se limitan a las esquinas. En esa misma zona hay dos instituciones de salud, el sanatorio Laprida y un geriátrico, por lo cual la circulación de personas con movilidad reducida es frecuente.
"Cruzar las calles es un peligro", señaló una vecina y advirtió que la mala transitabilidad más de una vez significó un problema para ciclistas y motociclistas. "Cada dos por tres tenemos que asistir a alguien que se cae", aseguró.
Un taxista que se coló en la conversación no fue menos crítico. "Las calles son una colección de baches, no hay tren delantero que aguante", aseguró.
Plan inconcluso
En enero pasado, la ex intendenta Mónica Fein anunció un ambicioso plan de obras para el mantenimiento del asfalto en el radio urbano. Los trabajos incluían el bacheo de asfalto y hormigón, la ejecución de nuevas carpetas, fresado y repavimentación.
La licitación se dividió en tres sectores (sur-suroeste, norte-noroeste y centro-oeste), cada zona contaba con un presupuesto oficial de $84.535.366,50, por lo cual en conjunto la inversión prevista ascendía a 253 mil pesos. En ese momento, se destacó la "importante inversión" realizada para mejorar la transitabilidad de la ciudad y "poner en condiciones las calles de todos los barrios".
Sin embargo, el plan de trabajos se ejecutó parcialmente. Los problemas financieros que atravesó el municipio a partir de la segunda mitad del año "neutralizaron los contratos de los últimos meses y no se ejecutaron tareas, salvo, algunas urgencias con personal y equipos propios o con algunas cooperativas", reconocieron fuentes del municipio.
Los contratos de obra sufrieron también el impacto del 52 por ciento de inflación acumulada del año y el crecimiento del precio del dólar, ya que el valor del asfalto está atado a la divisa norteamericana.
Por lo cual la reactivación de los trabajos, obligará a una previa rediscusión de precios.
Por Claudio Berón