El municipio proyecta agregarle casi 600 metros más de paseo público peatonal a la costa central. El nuevo sendero, que en algunos sectores estará elevado sobre el Paraná, irá desde La Fluvial hasta el Club Náutico Rosario (lindero a la zona franca de Bolivia).
Para lograrlo se deberán hacer tres intervenciones cuyo proyecto de licitación ya ingresó al Concejo Municipal y contempla una inversión privada de 28 millones de pesos en el club Ministerio de Obras Públicas (MOP) destinada a la construcción de guarderías y un edificio con locales náuticos y gastronómicos en terrenos que son de la Nación. Además, habrá que aportar otros 7 millones de pesos para la reconstrucción de las guarderías municipales linderas a la Estación Fluvial con espacio para 504 lanchas y tres parking náuticos más en un predio contiguo con capacidad para 800 embarcaciones, aparte de un muro de defensa para otras 150 amarras en el Paraná.
El plan contempla el sendero público en toda la baranda ribereña del Club Náutico Rosario hasta la zona franca boliviana, único obstáculo aún no resuelto antes de llegar al Puerto de la Música.
La secretaria de Planeamiento municipal, Mirta Levin, acudirá hoy al Palacio Vasallo para explicar los alcances del programa.
La extensión del recorrido entre La Fluvial y el Club Náutico es de 566 metros lineales. De ellos, casi 190 metros serán una pasarela que correrá elevada a unos 6 metros sobre el Paraná en paralelo a la guardería municipal y el MOP.
En el plan detalle que remitió el Ejecutivo al Concejo para la aprobación de los cambios de los usos urbanos, se especifican tres sectores para licitar y construir nuevas obras. Sobre una superficie de 280 metros cuadrados, el municipio tiene previsto —una vez que los concejales aprueben el proyecto— ejecutar 7 millones de pesos para mejorar el paseo público que viene desde La Fluvial y continúa hasta predio municipal (guarderías) que administra en la actualidad el Ente Turístico Rosario (Etur). En este marco está previsto reformar el espacio existente para albergar 504 embarcaciones cuyo edificio tendrá unos 17 metros de alto y será refuncionalizado.
Levin estimó que “una vez aprobado el proyecto, ya se estará en condiciones de avanzar con las tareas antes de fin de año”. El lugar seguirá en manos del Ejecutivo que será el encargado de construir un puente peatonal elevado unos 3 metros por encima del sector de embarque y paralelo al río. El paseo que proseguirá hacia el sur hasta el límite con la zona franca de Bolivia, tendrá entre 6 y 15 metros de ancho, barandas de protección y un montacargas o elevador para discapacitados.
En el caso del MOP, el municipio ya tiene firmado con el club un convenio urbanístico para el desarrollo de la obra pública con el concesionamiento de espacios para explotación comercial. Son casi 4 hectáreas con una guardería náutica en dos áreas conectadas para 882 embarcaciones y un edificio en tres niveles para servicios complementarios (locales gastronómicos, náuticos y confitería). Este nuevo inmueble vidriado tendrá alturas entre los 15 y los 17 metros.
Según indicó Levin “ya existe un privado interesado en desarrollar el proyecto a cargo del MOP en terrenos que son aún del ámbito nacional, pero sobre los cuales está planteado invertir unos 28 millones de pesos en obras con un plazo de concesión de 30 años”.
El sector se complementará con la construcción de un bloque de defensa para amarrar 150 embarcaciones y que se prolongará enterrado en el río, desde la prolongación de La Fluvial hacia el sur en unos 200 metros de longitud.
La intervención del plan detalle culmina sobre terrenos del club Náutico en unos 300 metros cuadrados de superficie. Estas tierras son municipales y, si bien falta un nuevo convenio con la institución, la Intendencia ya tiene proyectado avanzar con el sendero peatonal por el balcón ribereño del club. Los veleros y lanchas de los socios serán trasladados a la guardería municipal.
Sin avances
La desafectación y traspaso de los 400 metros de muelle que ocupa la zona franca boliviana sigue sin definiciones. Las gestiones hechas por la Intendencia y el propio gobierno provincial ante la Cancillería Argentina para mudar la salida al Atlántico de Bolivia hacia otra franja ribereña no lograron consenso diplomático.