"Si los chicos tienen que entrenar, el día anterior se acuestan temprano. No salen de noche, ni hacen pavadas", asegura Soledad Vallejos, la secretaría de María Madre de La Lata, un club creado hace tres años en el barrio de zona sur con el objetivo de abordar las problemáticas de los niños y adolescentes y "ofrecerles una alternativa a pasar todo el día en la esquina sin hacer nada". El año pasado no tenían un lugar donde entrenar, se juntaban en plazas o en playones de iglesias. Ayer, en un terreno de Presidente Roca y Quintana comenzaron las obras para construir un playón deportivo. Parte de los fondos fueron donados por la Agencia de Bienes Decomisados (Aprad), el organismo provincial encargado de disponer de los bienes secuestrados por la justicia penal a bandas delictivas.
Por eso, fue un día de fiesta para los integrantes del club que lleva en su camiseta los colores celeste y blanco, de la bandera argentina. "Este club fue armado muy a pulmón, de a poco fuimos sumando a los chicos y mediante distintos sponsors conseguimos la ropa y los botines", recuerda Vallejos y destaca que aún sin tener un lugar físico apropiado, el club convoca a unos 200 chicos que practican futsal (masculino y femenino) y taekwondo.
El año pasado, los que integran la categoría menor lograron el primer puesto en el campeonato de la liga rosarina y representaron a la ciudad en el torneo nacional en Río Grande, Tierra del Fuego. De todas formas, dicen, el objetivo es mucho más ambicioso. "Nuestro compromiso es sacarlos de la calle", apunta la secretaria del club y repasa las historias de algunos de los jugadores, cruzadas por distintas situaciones de vulnerabilidad y violencia, que en el club tienen nombre y apellido.
El club atlético María Madre de La Lata logró varias veces la atención de los medios de comunicación. Una de las primeras fue hace dos años, cuando los pibes se consagraron por primera vez campeones de la liga rosarina de fútbol de salón. Después siguieron varias notas acompañando la búsqueda de un espacio propio donde entrenar. Y, una de las últimas crónicas, los ubica en medio de una balacera desatada en el club Francisco Godoy, de Constitución y Ocampo, donde jugaban un partido. Ese día, un adolescente de quince años terminó herido por la espalda.
En el club le saben poner el pecho a esas gambetas. "En La Lata pasan las mismas cosas que en la mayoría de los barrios de la ciudad. Pero nosotros creemos que el deporte saca a los jóvenes de la calle y podemos trabajar a partir de ese compromiso que ellos tienen con el deporte", señala Vallejos.
A su lado, Fabián Belay, sacerdote encargado de la Pastoral Social de Rosario, asegura que las nuevas instalaciones permitirán alcanzar a más niños. "Los chicos se prenden mucho a la actividad deportiva. Tienen sed de espacios de contención", destaca y recuerda que "aún andando de plaza en plaza logramos llegar a más de 150 chicos".
Un aporte
La primera de las subastas públicas de bienes incautados a bandas criminales se realizó en Rosario en octubre pasado. Entonces se vendieron 17 vehículos, algunos de alta gama, y se recaudaron 4.045.000 pesos que se destinaron a fines sociales.
Las autoridades del club de La Lata recibieron ayer un aporte de 150 mil pesos y, para el mes próximo esperan otro desembolso de 50 mil pesos. El secretario de Gestión Pública, Matías Figueroa Escauriza, recordó que "el objetivo es destinar esos fondos a distintos proyectos sociales, para que los mas chicos del barrio puedan estar jugando y les quitemos horas en la calle".
El funcionario recordó que en dos meses ya se tomó contacto con "56 instituciones de toda la provincia, para que puedan estar acompañadas y para que lo que les quitamos a los delincuentes, vuelva a la sociedad en forma concreta".
En los próximos meses habrá dos nuevas subastas. De acuerdo al cronograma previsto por la Agencia de Bienes Decomisados, en julio se concretará el primer remate del año en Rosario y en noviembre se repetirá en la ciudad de Santa Fe.