Los choferes de colectivos amenazaron ayer con parar el servicio por el "muy mal estado" de las unidades urbanas. "Si las cosas siguen así, un día no vamos a salir a trabajar", advirtió el jefe de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Manuel Cornejo. El dirigente gremial evitó hablar de plazos, focalizó sus críticas en la empresa Rosario Bus y admitió que el problema es "económico" en medio de la puja por la tarifa. Y alertó: "Un día fallan los frenos, otro día tenemos un incendio, hay que cambiar de coche, la gente llega tarde al trabajo y se la agarra con los conductores. Así vamos camino a un conflicto".
El histórico líder de la UTA confió además que habló sobre el tema días atrás con la intendenta Mónica Fein. "Ojo que ellos están muy preocupados por el asunto, están al tanto de lo que está pasando. Pero está todo atado a lo económico", indicó.
Cornejo fue más allá y agregó: "Hace unos días dije en LaCapital que había dos o tres coches rotos por día por la falta de mantenimiento e inversión. Me quedé corto, deben ser cinco o seis los colectivos que se rompen por día".
El tema preocupa a las asociaciones que defienden a los usuarios. El Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac) anunció que pasado mañana, cuando se reúna el Consejo Consultivo del Ente de la Movilidad, planteará la cuestión y solicitará al municipio inspecciones a los colectivos y sanciones a las empresas incumplidoras del pliego (ver aparte).
En ese marco, la UTA ya evalúa medidas de fuerza. "Si las cosas siguen así un día los compañeros no van a salir a trabajar por el muy mal estado de las unidades", lanzó Cornejo en declaraciones a La Ocho.
El gremialista se excusó de ponerle fecha concreta al paro. Pero aclaró que "la paciencia se está agotando porque la gente se la agarra con los conductores y nosotros no tenemos nada que ver".
Respecto a los inconvenientes registrados, Cornejo enumeró: "Un día fallan los frenos, otro día hay problemas mecánicos, otra vez tenemos un coche incendiado. Así no se puede seguir", aseveró.
"Lo que pasa muy seguido cuando se rompe una unidad—continuó— es que hay que cambiar de colectivo, bajar a los pasajeros, la gente llega tarde al trabajo y le traslada toda la bronca al chofer y eso no lo podemos tolerar".
Cornejo focalizó sus críticas respecto al estado de los colectivos a la empresa Rosario Bus, la única privada del sistema, que controla el 40 por ciento de la flota que circula por las calles de la ciudad.
"Ya dijimos hace un tiempo que en esa empresa hay un estado de abandono total de las unidades muy preocupante. La situación no mejoró en las últimas semanas, al contrario", agregó.
Consultado respecto a la posible solución del conflicto, el jefe de la UTA sostuvo: "El tema de fondo acá claramente pasa por lo económico. Ojo que ellos (por los funcionarios municipales) están muy preocupados por este asunto y saben lo que está pasando", respondió dejando la pelota en terreno político.
Boleto. El planteo de Cornejo coincidió con una nueva embestida del Ejecutivo al Concejo por el "atraso tarifario" que arrastra el sistema. "El aumento de la tarifa es una de las posibilidades; pero la solución tiene que encontrarse ya", alertó la secretaria de Servicios Públicos, Clara García.
La funcionaria municipal sostuvo que "cuando un sistema trabaja por debajo de sus costos, primero las empresas dejan de invertir, después se endeudan y después desaparecen".
Por su parte, la intendenta Fein remarcó ayer que a lo largo del año la Municipalidad terminará aportando "120 millones de pesos al transporte a costa de no hacer otras obras".
"Ese dinero no va a otra obra territorial, a un barrio. La verdad es que el financiamiento del transporte es un tema importante para el municipio y hay que tener un equilibrio entre la tarifa y lo que pagamos todos con la subvención, (que hoy es) a costa de no hacer otras obras", cerró.
Otro ataque a un micro
Un interno de la línea 110 fue agredido a piedrazos el lunes por la noche por hinchas de Central que pretendían viajar sin pagar boleto. A raíz de los impactos resultó herido el chofer del micro, cuando circulaba por calle Junín frente al shopping Alto Rosario.
Una de las pasajeras que presenció el hecho, contó por LT3 que el chofer decidió realizar un desvío para evitar la cancha de Central y cuando llegó a Junín un grupo de personas quiso abordar la unidad.
“Tiraron piedras, rompieron vidrios, agarraron las puertas a patadas, pero el conductor logró avanzar con las luces apagadas”, relató.
Desde la UTA dijeron que estas situaciones son “frecuentes” cada fin de semana.