"El Estado debe cambiar la lógica de trabajo en los barrios", consideró ayer Fabián Belay, representante de la iglesia católica en Rosario sobre la problemática de las adicciones, después de una extensa reunión que sostuvo con el presidente Mauricio Macri en el aeropuerto de Fisherton, junto con su ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y el cura de Claudio Castricone.
El referente de la arquidiócesis local aseguró que los distintos niveles de Estado "están presentes en los barrios, pero cuando la gente no está", en referencia al horario en que funcionan las distintas dependencias.
La reunión estaba prevista que durara unos 15 a 20 minutos, pero se extendió por más de una hora. El mano a mano con el presidente, la ministra del área social y Castricone se realizó en la sala VIP del aeropuerto local. Afuera esperaron referentes del PRO santafesino, que después apenas intercambiaron saludos y se sacaron unas fotos con el mandatario en su breve paso por la ciudad.
Belay ya había tenido una primera reunión con autoridades nacionales cuando a fines de octubre desembarcaron con distintos programas sociales y lanzaron "El Estado en tu barrio". En ese momento estuvieron también los intendentes de Rosario, Pérez y Villa Gobernador Gálvez y ONGs. Desde entonces, dijo el cura, avanzaron en algunos de los ejes planteados tiempo atrás a funcionarios de menor rango. "Hubo debate", aseguró al describir ciertos tramos del encuentro.
Contención social
"Compartimos las inquietudes y las miradas que tenemos sobre las adicciones. La necesidad de seguir fortaleciendo espacios, de crear oportunidades para los jóvenes. También se habló de cómo generar en los barrios mayores espacios de contención desde los sistemas de educación y de salud. También desde los polideportivos. Hablamos sobre cómo darles oportunidades a los jóvenes y que no queden a la deriva del consumo", remarcó Belay.
El sacerdote sostuvo que Macri y sus colaboradores "se llevaron inquietudes, como la de agrandar la casa de internación y el proyecto de abrir un centro para mujeres. Ellos se comprometieron a estudiar las propuestas", dijo.
Castricone, en tanto, referente de la iglesia católica en barrio Tablada, señaló que "lo que me gustó mucho de la reunión fue que el presidente nos escuchó. Nunca imaginé que iba a estar hablando con un presidente, planteándole algunas cuestiones concretas" sobre la problemática social y las adicciones en los barrios más vulnerables de Rosario.
"Le dije a Macri que lo que hacemos en los barrios es atender a los enfermos. Como dice el Papa Francisco, en el hospital de campaña estamos atendiendo al herido. Pero le planteé que no tiene que haber heridos. Es decir, tenemos que ir a la causa, que es la exclusión. El chico que termina en una adicción es un excluido de la sociedad", subrayó el referente religioso.