Ante la proliferación de armas en manos de la población civil en Santa Fe, el gobierno provincial pedirá a la Nación poder intervenir en su control, que hasta ahora está reservado a la esfera federal. El Ministerio de Seguridad ya solicitó una audiencia a las autoridades de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), la ex Renar, para coordinar acciones a escala local. La gobernación pretende fiscalizar armerías y concientizar a la población sobre los riesgos de tener un arma en el hogar, aún siendo legítimo usuario. La preocupación se basa en una presunción escalofriante: se estima que hay unas 30 mil armas en manos civiles en el Gran Rosario.
Días atrás La Capital reveló que a seis meses del último desembarco de las fuerzas federales en Rosario, ya se llevan secuestradas unas 670 armas en la ciudad, casi 4 cuarto por día. El grueso fue incautado por la policía provincial (455) y el resto (unas 115) por agentes nacionales.
"Es una cantidad muy elevada, lo que demuestra que hay mucha disponibilidad y circulación de armamento en la provincia", destacó Claudio Brilloni, coordinador de las fuerzas federales en Santa Fe.
Sin embargo, desde la gobernación advirtieron que aún quedan muchas armas en circulación en la región. Una acotada minoría está registrada y el grueso integra el mercado negro del armamento.
El primer paso que dio la provincia para tener un mapa del mercado fue censar las armas en manos policiales, a través de un procedimiento denominado "barrido".
"Sólo tuvimos 26 incidentes con armas en manos policiales que están en proceso administrativo, de investigación interna", precisó el secretario de Control de Fuerzas de Seguridad, David Reniero.
Según el funcionario, "esto derriba un mito muy instalado vinculado con la cantidad de armas que le roban o se extravían de los agentes de las fuerzas policiales y que después pasa al circuito ilegal".
Para Reniero, "lo que ocurre es que hay una gran cantidad de armas en manos civiles en Santa Fe. Algunas, pocas, registradas y la mayoría en el mercado ilegal. A todas hay que controlarlas con más intensidad y eficacia".
Competencias
Sin embargo, el control de las armas es de competencia federal. Por eso Reniero ya cursó una nota para entrevistarse con la jefa de la ex Renar, hoy Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), Natalia Gambaro.
Esta dependencia federal tiene como misión "la aplicación, control y fiscalización de la ley nacional de armas y explosivos y la cooperación en el desarrollo de una política criminal en la materia, el desarrollo e implementación de políticas de prevención de la violencia armada".
Reniero adelantó que buscará el aval de la gestión de Cambiemos "para poder fiscalizar con más intensidad a las armerías, saber qué tipo de armas se adquieren, municiones y cartuchos".
También se apuesta a coordinar campañas de difusión para concientizar a la población "sobre los riesgos que implica tener un arma en los hogares, aún siendo legítimo usuario y la importancia de avanzar hacia una política de desarme".
La preocupación que tienen los funcionarios provinciales obre la proliferación de armas en la región se basa en una presunción alarmante: se estima que hay unas 30 mil armas en manos civiles en el Gran Rosario.
El cálculo se basa en la cantidad de armas registradas, las que se van incautando año a año y la cantidad de detenidos y recapturados que va produciendo la policía de Santa Fe.
Al respecto, según datos oficiales, el año pasado se incautaron unas 3.000 armas en la región, muchas de ellas robadas o vendidas ilegalmente en el mercado negro, hubo mil detenidos y otros tanto recapturados, un crecimiento exponencial respecto a años atrás.
Incidencia
El problema de las armas de fuego se expresa en la participación que tienen en el total de homicidios. En el año 2003 en todo el departamento Rosario se empleaba una pistola o un revólver para matar en el 55,5 por ciento de los casos. Ya en 2014 se usaron armas de este tipo en el 79 por ciento del total de asesinatos.