El gobierno provincial exigió ayer "madurez y compromiso" a la dirigencia de Central y Newell's para cesar con la escalada de violencia y permitir que los clásicos de verano se jueguen sin incidentes. La Casa Gris formuló este reclamo tras el ataque a un local comercial rojinegro con bombas molotov y el intento de incendio contra una subsede y una boletería auriazul. Para la provincia es "fundamental" que los dirigentes contengan a los "pocos violentos" y le bajen tensión a la previa. Los partidos fueron ratificados y habrá refuerzos policiales en espacios ligados a los clubes y el día del derby en 15 puntos de la ciudad.
Los tres nuevos episodios violentos ocurridos en la madrugada de ayer (ver página 4) sumaron presión al regreso del clásico rosarino. Y hasta pusieron en peligro la concreción de los dos partidos, el primero el próximo domingo en el Gigante, y luego el 27 de enero la revancha en el Coloso, tanto que la Justicia pidió reforzar los operativos de seguridad (ver página 5).
En diálogo con LaCapital, el secretario de Seguridad Pública de Santa Fe, Matías Drivet, calificó como "muy preocupante" la escalada de violencia previa al derby. Pero remarcó que la provincia "sólo diseña el operativo de seguridad con 500 efectivos adicionales, que será costeado por la empresa privada que organizó el evento", mediante el desembolso de unos 100 mil pesos.
Respecto a los últimos incidentes, el funcionario provincial recordó que el Ministerio de Seguridad "ya había reforzado los espacios emblemáticos vinculados a ambos clubes. Lo ocurrido en una tienda oficial excede un poco esa lógica", de allí que no se contempló su patrullaje.
Respecto a una eventual suspensión de los partidos por el aumento de la tensión, Drivet señaló: "No tenemos que considerar esa alternativa por este hecho puntual, pero se van sumando elementos que merecen un oportuno llamado a la reflexión de todos. Cabe reflexionar cual es el punto en que un partido que estaba pactado como amistoso para la familia, termina repercutiendo en este tipo de cuestiones. Esto habla mucho de cómo se vive el fútbol, y merece una reflexión muy profunda".
De allí que el secretario de Seguridad pidió máxima colaboración a la dirigencia de los clubes. "Los dirigentes deben aportar madurez y compromiso para frenar estos hechos de violencia y garantizar que se jueguen los partidos sin incidentes. Los violentos son pocos sobre el universo de hinchas, hay que apartarlos e identificarlos", planteó.
Por lo bajo, en los pasillos de la Casa Gris algunos calificaron como "muy sospechosos la cantidad y modalidad de los últimos incidentes". En ese marco no descartaron que se haya tratado de "autoatentados" para "encontrar una excusa que le sirva a los clubes para no jugar los partidos".
Para reforzar esa hipótesis, un funcionario de alto rango dijo a este diario: "Para hinchas de Newell's ir a territorio de Central y cometer un atentado es muy peligroso. Lo mismo a la inversa. Más cuando estos hechos son reiterados y todos están alertas. El riesgo de una respuesta física inmediata es muy alta", deslizó la fuente consultada.
Mientras tanto, la empresa organizadora del evento, World Eleven ratificó ayer la realización de los partidos. "Nosotros no podemos hacer más nada para tratar de terminar con estos hechos, es como decirte dos o tres locos, que quince o veinte personas quisieran opacar o arruinar esta fiesta. Vamos a hablar con la gente de seguridad para ver que pasa", dijo Rodrigo Bauzo, encargado de logística de la empresa.
Para los clásicos la provincia resolvió reforzar la presencia policial en distintas zonas de Rosario. "Además de los 500 efectivos en el estadio habrá presencia en 15 puntos conflictivos de la ciudad, que aún no están del todo definidos su localización y cantidad y lo resolveremos en las próximas horas", adelantó Drivet.