La provincia empezó a dar los últimos pasos para implementar una profunda reforma en seguridad pública. A fin de mes estará lista la sede del nuevo centro operativo de información criminal (OJO), que centralizará imágenes de videocámaras, denuncias de delitos, base de datos con antecedentes penales, aportes de los patrullajes e informes de entes oficiales sobre movimientos económicos sospechosos. Esta especie de "Gran Hermano" santafesino le permitirá al Ministerio de Seguridad elaborar a diario tres mapas predictivos del delito: una fórmula que estima dónde, cuándo, cómo y qué tipo de delito puede producirse en la ciudad.
El mapa predictivo del delito lo viene aplicando hace unos años Uruguay. Allí, y en otros países que utilizan esta herramienta tecnológica y de análisis de datos criminales, se logró reducir entre un 15 y 20 por ciento los delitos violentos.
Por su lógica impredecible, no se pueden evitar los conflictos interpersonales. Pero resulta clave para investigaciones de abuso sexual, robo calificados, entraderas y homicidios.
La inversión total, entre la obra civil, las plataformas y el equipamiento, supera los seis millones de dólares.
Y el esquema también incluye unos 300 patrulleros inteligentes que empezarán a licitarse el martes próximo.
El OJO es la gran apuesta del ministro de Seguridad santafesino, Maximiliano Pullaro, para reducir los índices de violencia en las principales ciudades de la provincia, en particular Rosario y Santa Fe.
"Desde que asumimos nos hemos planteado estrategias de prevención basados en un ordenamiento y orientación inteligente de la acción policial, y en una actualización permanente de la situación del delito", señaló.
"En ese nuevo esquema —siguió— el OJO va a centralizar los datos delictivos y de violencia, y nos permitirá una mejor gestión operativa de la policía. La información será, cada vez más, la base para el diseño del despliegue de prevención en calle".
Pullaro resaltó que cada medida que adopta su cartera "tiene como objetivo que el policía esté en la calle, cerca del vecino, con una fuerte acción de prevención basada en la información".
¿Qué es el OJO?, preguntó La Capital a Ulises León Kandiko, subsecretario de Estudios Técnicos del Ministerio de Seguridad. "Es una central de información criminal, un espacio de observación permanente y constante del delito", explicó.
"Es un sistema —continuó— que permite procesar toda la información que hay en la inmediatez. Va a permitir prevenir el delito en tiempo real y dotar herramientas para la rendición de cuentas".
Infraestructura. El edificio del OJO está casi listo. Son unos 400 metros cuadrados en uno de los subsuelos de la ex Jefatura, en dos plantas.
Tiene varias salas de situación y pantallas gigantes donde los operadores irán viendo en tiempo real toda la información de diversas fuentes: 911, comisarías, sistemas municipales, lectura de patentes y patrullajes.
Estará 24 horas funcionando con unas 200 personas trabajando en tres turnos, entre civiles y policías. Recepcionará y clasificará información criminal de las principales ciudades de la provincia, con eje en Rosario.
Dentro del OJO habrá unos 10 grandes termómetros que marcarán la "temperatura" de los principales tipos de delitos que se denuncian a diario en Santa Fe. Cuando la aguja empiece a subir, se encenderá una alarma para los operadores. Habrá comunicaciones inmediatas con jefes policiales, fiscales y autoridades de Seguridad.
"La gran novedad del OJO —contó Kandiko— es que permitirá armar una gran base de datos actualizada y con registros de muchos años atrás, nutrida de diversas fuentes, que permite encarar de otra forma las investigaciones y los operativos".
En detalle. ¿Cómo funcionará este sistema?, preguntó La Capital. "Supongamos que ocurre un delito, la persona afectada lo denuncia en alguna sede oficial o ante un patrullero, da detalles poco precisos que podrían ser superficiales, pero serán vitales. Puede mencionar alguna característica física del presunto delincuente, por ejemplo un tatuaje, un arito en alguna parte del cuerpo, y así arranca la búsqueda", precisó Kandiko.
"En tiempo real el operador del OJO buscará en la base de datos, tabulada, entre las personas con algún antecedente penal con esas características físicas e irá reduciendo la brecha de las personas a perseguir", agregó.
La base de datos se nutrirá de información histórica y actualizada.
"Por cada detenido habrá ahora un punto de ingreso, a cargo de la policía científica. Se le tomará un registro biométrico y palmar, registro de voz y caligráfico, fotográfico completo, que incluirá menciones a marcas personales. Y todos los datos antropométicos: peso, altura, rostro, tipo de nariz, tez", amplió.
Además, ante cada detención habrá interconsulta y chequeo con la base de datos del sistema federal, para saber si pesa sobre esa persona algún pedido de captura o antecedentes penales. Hasta ahora esa información en Santa Fe sólo está "departamentalizada", fragmentada en los 19 departamentos.
En paralelo se reidentificará a las personas detenidas, en todas las comisarías y cárceles. Ya se están depurando y digitalizando las fichas dactilares de los últimos 30 años de personas con antecedentes penales. E incluso se digitalizarán los registros de visitas carcelarias.
También se sumarán los datos aportados por los Centros Territoriales de Denuncia (CTD), Fiscalías, actas de procedimineto y el accionar policial en la vía pública. Todo sube a un registro digitalizado.
"Con todos esos datos recopilados, sistematizados y tabulados, ante un hecho de inseguridad se revisará la información con la que se cuenta y se activarán los operativos policiales", sumó Kandiko.
Con este sistema, la provincia aspira a lograr un profundo cambio en seguridad pública. El tiempo dirá si da buenos resultados.