El gobierno provincial terminó ayer de aplacar el último foco de conflicto gremial con el adelantamiento de la aplicación de la cláusula gatillo y el pago de un bono extraordinario de 2.500 pesos a los agentes estatales, medida que fue celebrada por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el último gremio que faltaba incorporar al acuerdo paritario de las negociaciones salariales de este año.
El anuncio salarial, similar al que cerró las negociaciones paritarias con los gremios docentes la semana pasada, fue formulado por el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, quien precisó que el bono se pagará por única vez a fines de mayo y no se hará extensivo al sector pasivo.
"El bono surgió a raíz de un pedido formal de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) el 13 de abril pasado", sostuvo el titular de ese gremio, Jorge Molina. Casi en simultáneo, su colega de ATE, Jorge Hoffmann, sostuvo que la decisión gubernamental fue "fruto de la lucha" de su gremio.
Salomónico, Farías consignó ayer que el bono extraordinario y la aplicación automática de la cláusula gatillo responde a los índices inflacionarios ya registrados y medidos oficialmente por el Ipec durante los primeros meses del año, y a los pedidos formulados por los sindicatos.
En relación a la cláusula gatillo, el ministro explicó que en el caso que el índice de precios que se registre en mayo supere el 9 por ciento otorgado en el primer tramo de incremento salarial que se les dio a los agentes estatales y abonado por planilla complementaria este mes, la cláusula de actualización se adelantará a los meses de junio y julio. Es decir, en los meses previos en los que debe aplicarse el restante 9 por ciento de aumento, pautado para agosto.
"De esta forma —explicitó Farías— en lugar de tener dos aumentos, uno en marzo y otro en agosto de 9 por ciento cada uno, lo que se hará es una distribución del aumento de agosto, con un adelantamiento del porcentaje en junio y julio, dependiendo de cuánto mida la inflación en mayo".
En su opinión, con la aplicación automática de la cláusula gatillo y el pago del bono de 2.500 pesos en concepto de suma no bonificable y no remunerativa, "se pueden paliar los efectos que está teniendo este desajuste inflacionario muy por encima de las previsiones iniciales".
ATE, que había rechazado la anterior oferta y amenazaba con continuar con medidas de fuerza, "celebró" la medida.