Por Eugenia Langone
Si bien el funcionario de Derechos Humanos refirió "desinteligencias" con el Ministerio de Obras Públicas que está a cargo del control de las tareas generales que se están haciendo en el edificio de Santa Fe 1950, indicó que se seguirá "trabajando y avanzando como siempre en forma consensuada con los organismos de Derechos Humanos".
El pedido de los organismos quedó explicitado en un comunicado que días atrás firmó el Espacio Juicio y Castigo, una entidad multisectorial integrada por Madres de la plaza 25 de Mayo, Hijos Rosario, Abuelas filial Rosario, Familiares de desaparecidos, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y sobrevivientes de la dictadura, entre otros.
Allí apuntaron a las intervenciones que en el marco de la obra general se estaban realizando puntualmente en la esquina del Espacio de Memoria, tal como fue declarado por la Legislatura provincial.
Como ejemplo de lo que estaba sucediendo, advirtieron el revoque concretado sobre una de las paredes exteriores que se realizó con los trabajos de las últimas semanas y cubrió graffitis que se buscaban conservar.
Mantenimiento
"Es un lugar sensible por lo que allí sucedió y por lo que significa tanto para familiares como sobrevivientes", dejó en claro Verón, y recalcó que "se trabaja en el marco de la comisión asesora que se constituyó por medio de la ley, y que está integrada por los organismos, así como también por representantes del Ejecutivo provincial".
A la hora de explicar lo sucedido en las últimas semanas, apuntó a "un problema de fondo, de humedad y deterioro, que tiene que ver con la antigüedad del propio edificio y que debía ser solucionado con premura".
Y si bien admitió "la desinteligencia" entre las áreas de Derechos Humanos y el Ministerio de Obras Públicas, aclaró que "los trabajos de mantenimiento deben realizarse y habrá que buscar la forma de llevarlos adelante de manera consensuada y del modo menos invasivo posible para el edificio".
Como ejemplo, apuntó a la reparación de un caño que debió hacerse en una escalera interior, un espacio "donde hubo que retirar el viejo caño de plomo y se mejoró la mampostería de ese lugar".
Más allá de los detalles técnicos de las obras, Verón insistió una y otra vez en que "de ninguna manera se atentó contra la memoria". Y ante el señalamiento de los organismos en el comunicado de que el espacio continúa siendo aún hoy "una prueba" en los juicios contra los genocidas de la última dictadura cívico militar, como el que se está llevando actualmente en los Tribunales Federales conocido como la causa Feced III, afirmó que "en ninguno de estos casos se alteró el espacio a los fines probatorios".