Uan vez más el personal de salud fue blanco de duras agresiones por parte de familiares de pacientes. El último episodio ocurrió en el Hospital Centenario, cuando una pediatra fue atacada verbal y físicamente por la madre de una beba de seis meses internada en ese centro asistencial desde hacía varios días. De acuerdo al relato de la médica, el hecho se desencadenó cuando lis mesese dijo a la mujer que, como había cambiado el cuadro de la niña era "necesario reconectarla al oxígeno". La reacción fue tal que debió intervenir la policía.
Mientras Estefanía, la pediatra del Centenario, explicaba la situación de la paciente, la mamá, esperanzada en que la chiquita recibiera el alta, comenzó a agredirla, primero en forma verbal y luego físicamente. Incluso una médica residente trató de interceder y también fue golpeada por la mujer enardecida.
La cuestión llegó a tal punto que ambas profesionales debieron salir corriendo y esconderse bajo llave en el office de enfermería, hasta donde la madre de la beba las siguió para seguir golpeándolas.
"Estábamos evaluando a una paciente que desde hacía varios días permanecía internada por un cuadro respiratorio. Ante la necesidad de recolocarle el oxígeno esa noche y de explicarle a los papás que, como el cuadro de la beba había cambiado, debíamos ponerle la máscara, tomamos la decisión de darles los detalles a los padres", comenzó Estefanía su estremecedor relato sobre lo ocurrido hace pocos días.
"En ese momento, la mujer se puso muy violenta. Primero con palabras y amenazas, y después me empujó contra la pared, me agarró de los pelos y me volvió a empujar contra otra cama", dijo.
No obstante, no conforme con eso, la siguió agrediendo. "Una de las residentes trató de interponerse y también recibió golpes. No sé cómo pudimos zafar y salir corriendo para encerrarnos con llave en el office de enfermería, junto a las enfermeras", sostuvo antes de describir la actitud de su compañera: "Cuando la madre me atacaba, ella intervino y dijo que si quería pegarnos que lo hiciera a las dos. Y eso fue lo que pasó".
"Fue una situación muy angustiante, todas estábamos llorando y teníamos miedo, hasta que pudimos llamar al 911, vino la policía y ahí se calmaron un poco las cosas", subrayó Estefanía aún angustiada.
Según pudo saber LaCapital, la mamá de la pequeña decidió finalmente llevarse a la niña del efector, mientras que la profesional radicó una denuncia en sede policial.