Al cabo de varios meses de investigación judicial por los violentos saqueos y robos a pequeños supermercados ocurridos en Rosario durante el 21 y 22 de diciembre del año pasado, 37 personas que participaron de los hechos fueron procesadas y quedaron al borde de un juicio por el delito de "tentativa de robo". Durante esas 48 horas de extrema tensión que vivió la ciudad, 4 personas perdieron la vida, más de 58 comercios fueron literalmente arrasados y hubo casi 200 detenidos.
Los atracos a los locales comerciales ocurridos en aquellas dos jornadas, que mantuvieron a la ciudad bajo un estado de tensión y caos, derivaron en la apertura de múltiples expedientes penales en virtud de la actuación policial, que arrojó como resultado decenas de personas detenidas in fraganti y mientras acarreaban mercadería robada tras ejercer actos violentos.
En las últimas semanas, el juzgado de Instrucción Nº 5, a cargo de María Luisa Pérez Vara, resolvió cuatro causas donde, por separado, se investiga el accionar de nueve personas detenidas mientras acarreaban mercadería robada en el supermercado Macu (Avellaneda 2842), saqueado por unos 50 ciudadanos; de otros 5 imputados de robar en un mercado de Mitre y Bomberos Voluntarios (Villa Gobernador Gálvez); y de 4 acusados más por atracar un local de Garay 70, en Rosario.
También se concluyó que otras 19 personas participaron de saqueos a un local que no pudo ser identificado, pero que en virtud de las actuaciones y el acta policial, se determinó que robaron gran cantidad de artículos de los locales en hechos ocurridos en distintos puntos de la ciudad.
Si bien durante esos días se detuvo a 137 personas, además del secuestro de motos, autos y hasta un taxi, solamente a los 37 acusados se les pudo comprobar participación en los violentos episodios.
Y, aunque al principio de las actuaciones desde el mismo Poder Judicial se anticipó que los imputados afrontarían cargos por el delito de "robo agravado por ser en poblado y en banda y con la participación de menores", Pérez Vara llegó a la conclusión de que no se les puede achacar esa figura.
Es que al ponderar la conducta de los imputados, la jueza entendió que "cada supuesto (hecho) debe evaluarse de manera individual, y en la causa no aparece haber existido predeterminación colectiva entre las personas que participaron del episodio. Por el contrario, meramente coincidieron en el lugar y momento con idéntico designio", recalcó.
"Evidente flagrancia". No obstante, la jueza los procesó por el delito de "tentativa de robo". Llegó a esa conclusión tras ponderar sobre todo las actas policiales y el relato de testigos, donde se constata que todos ellos fueron detenidos in fraganti (algunos incluso dentro de los comercios) acarreando bolsas con mercadería. Y, a diferencia de otro momento histórico del país, en esta oportunidad la necesidad no parecía ser la motivación.
Es que en la lista de artículos secuestrados se podía hallar desde juguetes y cotillón, cajones de cerveza, de packs de gaseosas, de yerba mate, postres o flanes y hasta electrodomésticos.
"No hay lugar a dudas en cuanto que, si bien es verdad que hubo otros partícipes que no llegaron a ser aprehendidos, quienes sí lo fueron indubitablemente tuvieron intervención en el hecho investigado, como claramente se desprende del acta de procedimiento, ya fueron detenidos al momento de egresar del comercio. La evidente flagrancia en la que fueron detenidos los imputados no deja lugar a dudas en su participación en el delito", concluye Pérez Vara.
En tanto, a las mismas personas se les dictó el auto de falta de mérito por el delito de resistencia a la autoridad. Es que en varios de los hechos hubo enfrentamientos con la policía, que accionó para disipar a los nutridos y beligerantes grupos donde actuaron hasta 200 personas que llegaban a los comercios, violentaban los ingresos y hasta provocaban lesiones graves a sus dueños.
Los actos de atraco y pillaje por distintos grupos de personas ocurridos en Rosario en casi sesenta pequeños mercados y donde no faltaron situaciones de tensión y caos, dejaron como saldo cuatro muertos, 137 detenidos, se secuestraron nueve motos (varias de ellas del tipo enduro), dos automóviles, una camioneta y un taxi.