El titular del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), Martín Lucero, cuestionó a las autoridades del Colegio Marista de Rosario que pondrá reemplazantes en el lugar de las maestras que se pliegan al paro nacional del lunes próximo. "La escuela no es un depósito de chicos”, afirmó el dirigente.
“Doble discurso: ¿escuela o depósito?”, se preguntó hoy el secretario general del Sadop Rosario en su perfil público de Facebook. Lo hizo para cuestionar la decisión del Colegio Marista Nuestra Señora del Rosario, de Oroño 770, que pondrá reemplazantes el lunes 4 de abril, en el lugar de las educadoras que adhieren al paro nacional.
La carta que el colegio religioso envió a las familias con fecha de viernes 1° de abril y que lleva las firmas de la directora de primaria, Silvia Isuardi, y del representante legal del establecimiento, Daniel Bergamo, dice: “Estimadas familias: En vistas al paro decretado por los gremios docentes para el día lunes 4 del corriente mes, les comunicamos que el nivel primario desarrollará sus actividades, en el turno mañana, contratando personal docente para cubrir a los agentes que adhieren a la medida de fuerza. Por la tarde, los talleres se realizarán en el modo habitual. Aprovechamos para saludarlos fraternalmente”.
Lucero advirtió que la decisión de poner reemplazantes en el lugar de los docentes que adhieren al derecho de huelga es "una práctica propia de los colegios privados que prefieren cuidar su imagen de ofrecer un servicio, como si fuera un negocio, que la de educar".
Llama la atención que el colegio privado nombra como “personal docente” a quienes irán a reemplazar y “agentes” a sus propios educadores que adherirán al paro.
“Que nadie se equivoque. Acá no importan los chicos, importa vender una imagen. Con impunidad, casi como si fuera un mérito, esta escuela comunica que pondrá reemplazantes a los docentes que hagan paro. ¿Cuál es la finalidad? ¿Que los chicos no pierdan clases? Obviamente no. Un montón de suplentes, que no conocen a los chicos, ni están interiorizados de sus procesos, llamados a último momento no "enseñan" aunque hagan de cuenta que dan clases”, afirmó Lucero sobre la medida tomada por el Colegio Marista..
Consideró que esta decisión "es para mantener a los alumnos ocupados, trabajando de cuidadores más que docentes. Los contenidos que se pierden en un día de paro, se pueden recuperar. El daño que se genera con el mensaje de que la escuela es un depósito de niños, no”, advirtió el dirigente del Sadop.
Y continuó: “La enseñanza que genera el docente que comete el acto inmoral de reemplazar a otro que esta de paro tampoco es un aprendizaje valioso. Frustrar el paro de otro cuya lucha me va a beneficiar es un lamentable ejemplo de falta de solidaridad y desinterés por el bien común. Seguramente ninguna familia le gustaría que sus hijos internalicen la idea de que es bueno ser un mal compañero y que todo vale por quedar bien con el patrón de turno”.
En su análisis, Lucero se preguntó por el valor que se le da la educación, a la enseñanza y aprendizajes: “¿A quién le importa menos la educación? ¿Al que hace un paro por dignificar la profesión docente con buenos salarios y condiciones de trabajo? ¿O a los que convierten la escuela en una guardería, donde no hay alumnos sino simplemente niños guardados a cuidado durante algunas horas?”
“No les importa tanto _afirmó_ que se eduque, solo importa guardar de manera hipócrita "las formas del giro comercial" y exponer como eslogan: "En esta escuela no hay paro". Es bueno que todos lo sepamos... en esta escuela hay paro...”
Al final de su reflexión, Lucero también llama la atención sobre los responsables de gestionar estas escuelas privadas: “También una actitud indolente de los responsables de gestionarla quienes prefieren vender el servicio de guardería, dejando la educación para cuando vuelvan los maestros titulares...”.