El presidente del directorio de la Empresa Provincial de la Energía (EPE),
Daniel Cantalejo, defendió ayer el aumento del 9 por ciento del costo del servicio (vigente desde
mañana) y no descartó un retoque del 6 por ciento para 2010, al tiempo que organizaciones de
defensa de los consumidores volvieron a cuestionar el incremento por inconsulto. Paralelamente, el
titular de Aguas Santafesinas SA (Assa), Alberto Daniele, aclaró que el reajuste del valor de la
prestación es "una decisión del Ejecutivo" y pareció preparar el terreno para una eventual suba al
advertir que es una de las tarifas más bajas del país.
Cantalejo, al defender las razones del aumento oficializado el viernes pasado,
explicó que "la suba es mucho menor que la registrada por la empresa en el costo de los
insumos".
Tras recordar que la suba estaba incluida en el presupuesto 2009 (lo que la
torna jurídicamente válida), justificó el incremento tarifario en la posibilidades de realizar
inversiones y de recuperar en forma gradual la sustentabilidad de la EPE.
"Después de años con grandes déficit recuperamos la compañía y podremos culminar
el año con un pequeño superávit", añadió el funcionario.
Panorama. Fue entonces cuando Cantalejo aventuró que esta situación, más "un
nuevo reacomodamiento tarifario del 6 por ciento para 2010 (a incorporar en el proyecto de
presupuesto) y una capacidad de endeudamiento de entre 100 y 150 millones de pesos, permitirá
garantizar un mejor servicio".
Sin embargo, desde la Unión de Usuarios y Consumidores reprocharon la no
convocatoria a una audiencia pública (más allá de que no es obligatoria) antes de fijar el aumento
en las boletas bimestrales.
Es que la reunión también hubiese permitido instalar el debate respecto de la
calidad del servicio y la atención al usuario, entre otros puntos.
El reclamo por la no convocatoria a una audiencia pública ya se había sentido
con fuerza en boca de Néstor Trigueros, titular de la Oficina Municipal del Consumidor.
"Se aumenta la luz al voleo y no sabemos para qué", enfatizó el funcionario
escasas horas después del anuncio.
La EPE había aumentado sus tarifas un 40 por ciento en 2008 (en febrero y en
agosto). Así, con el reciente incremento, quedarán casi un 50 por ciento arriba en un año y
medio.
Para la administración de Hermes Binner, el retoque estaba incluido en el
presupuesto 2009 aprobado por la Legislatura y tiene como objetivo conservar el suministro
eléctrico en el territorio santafesino.
Más dura, la diputada provincial justicialista Alejandra Vucasovich había
alertado que, “tras el aumento de luz, viene el del agua, y con el presupuesto 2010, el
impuestazo”.
Asimismo, la legisladora reutemista acusó a la Casa Gris de financiar “sus
desequilibrios de caja con el bolsillo de los ciudadanos”.
Prudente. Desde Assa, Daniele no habló de un aumento, pero advirtió que todo
retoque de valores no depende directamente de la empresa sino que es potestad del Ejecutivo.
Tras hacer hincapié en que la tarifa del servicio de agua potable en la
provincia es una de las “más bajas” del país, el funcionario recordó que el 35 por
ciento de los gastos de la empresa reestatizada durante la última gestión de Jorge Obeid es
cubierto por las arcas santafesinas.