A tres años de iniciada la concesión de los refugios en las paradas de
colectivos, la empresa concesionaria (Publicidad Sarmiento) incumplió muchas exigencias del pliego
licitatorio por el cual se le otorgó, siendo el único oferente, un negocio por el que durante 15
años explota la publicidad de los mismos con una facturación mínima estimada entre 90 y 100
millones de pesos (la inversión inicial no fue informada, pero fuentes privadas la ubican en unos 8
millones de pesos) y por el que durante los 3 primeros años de explotación esta exento de pagar
tasa alguna al municipio.
Así como no habría respetado los tiempos de instalación de
los elementos ni la calidad del equipamiento comprometido, hoy seguiría incumpliendo puntos como la
colocación de la información del transporte urbano en todos los refugios. La cuestión generó
reiterados pedidos de informes en el Concejo, que hasta ahora la Intendencia no contestó.
El pliego de concesión, en su artículo cuarto, dice que
todos los refugios deben exhibir un mapa general del sistema de transporte, las líneas que paran en
ese lugar, los horarios extremos de circulación, los puntos más próximos donde adquirir la tarjeta
magnética, el nombre de la parada y un logotipo identificatorio visible a 100 metros. Esta
información sólo se encuentra en forma fragmentada en algunos pocos refugios del microcentro.
Los concejales Fernando Rosúa y María Eugenia Bielsa, del
Bloque Encuentro por Rosario, acompañados por Alfredo Curi, del Partido del Progreso Social,
presentaron un proyecto que conmina al Ejecutivo a brindar información sobre las frecuencias de los
colectivos. También exigieron el cumplimiento de una ordenanza que estipulaba la publicación de esa
información en las paradas de ómnibus y dependencias municipales.
Más irregularidades. El mantenimiento y limpieza también es obligación del
concesionario sin importar si los daños son debidos a accidentes, vandalismo o inclemencias
climáticas. Es más, la propia empresa presentó un plan de mantenimiento que, a juzgar por el estado
actual de las paradas, no se ha cumplido.
Como si esto fuera poco, el pliego señala que las cubiertas
de los refugios deben ser de policarbonato, como se instalaron en un principio. Cuando se fueron
deteriorando, los reemplazaron por chapas galvanizadas unidas con tornillos autoperforantes. Esta
cubierta irradia calor.
La modificación del servicio sin autorización y la colocación de otros elementos
de los originalmente propuestos, es motivo de cese de la concesión.
Otra condición de los refugios, cuando fueron presentados,
es que contaban con parantes de acero inoxidable. Esto lo preservaron los primeros, pero a medida
que se fueron multiplicando, se les colocaron parantes de caño pintados de aluminio (mucho más
económicos), como se puede apreciar en casi todos los existentes.
En las últimas horas circuló en el Concejo la duda acerca
de quién paga la luz de los letreros luminosos donde la empresa concesionaria publica la publicidad
que representa sus ingresos. Una cuenta primaria arrojaba que con cuatro tubos por refugio, el
consumo total podría estar en el orden de los 300 mil pesos por año. Los refugios están
directamente conectados al alumbrado público.
Publicidad Sarmiento tiene una cuenta en la EPE y abona en
base a una estimación (no se mide la electricidad ya que no hay medidores en ninguna ubicación) que
le hace la misma empresa de electricidad. Los concejales también se preguntan si esto fue así
durante los tres años en los que la crítica situación energética del país hacía que los vecinos
racionaran la misma.
Fuentes cercanas al municipio confiaron que el
concesionario se encuentra presionando al Ejecutivo en pos de una renegociación anticipada del
contrato de concesión, por el cual a cambio de elementos no colocados pretenden la total
exclusividad del uso publicitario de todo tipo de mobiliario urbano.