Cuando Tomás empezó primer grado, allá por marzo de 2007, llenar su mochila de cuadernos,
lápices y libros costó a sus padres casi 300 pesos. Este año su hermana Micaela siguió sus pasos,
pero esta vez la compra de librería sumó 500. En sólo tres años, los útiles tuvieron una suba del
74%. Y no fue la única: las cuotas de los colegios privados subsidiados por el gobierno provincial
crecieron un 111%. Sin embargo, en los últimos 9 años la ayuda que cada marzo otorga el Estado por
el inicio de clases pasó sólo de 130 a 170 pesos, cuando actualizada debería llegar a 450. Eso sí:
el año pasado la asignación universal por hijo vino a mitigar esa situación.
Así lo muestra un informe de la Oficina Municipal de Defensa del
Consumidor que apunta a medir cuánto cuesta solventar la educación de un niño. La apuesta incluye
analizar también qué relación guardan esos costos con los recursos de que disponen los empleados
por ayuda escolar y por la asignación universal por hijo (ver aparte).
Según el relevamiento de la oficina que dirige Néstor Trigueros, la
evolución de precios entre los elementos indispensables para ir a la escuela (básicamente,
indumentaria y útiles) muestra una suba del 73,94% acumulativa en los últimos tres años. De febrero
de 2007 al de 2008 los valores subieron un 21%, al 2009 otro 25% y al inicio de este año, un 15%
más.
Del mismo modo, los aumentos de los aranceles máximos en los colegios
privados autorizados por el gobierno santafesino acumularon en estos tres años un 111,63% (sumando
el 16% de marzo último y el 5% ya previsto para julio).






























