La Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) organizó, en conjunto con la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana y el Ente de la Movilidad de Rosario, una intervención urbana en esquinas para visibilizar el riesgo al que se exponen quienes andan a pie. En la actividad también participaron ciudadanos preocupados por la problemática de la siniestralidad en peatones.
Así surgió, de una demanda de vecinos conocida como el "Esquinazo". Los ciudadanos, preocupados por la vulnerabilidad de sus seres queridos en su rol de peatones, forjaron esta propuesta de concientización que busca modificar la forma en la que nos relacionamos peatones y conductores en las esquinas.
El objetivo es instalar el hábito de que los conductores de vehículos (autos, bicicletas, motos y transporte público) frenen en las esquinas para dar paso a los peatones tal como está naturalizado en otros países del mundo.
Además, se pretende concientizar acerca de la vulnerabilidad de los peatones y que las personas ocupan el lugar más importante dentro del sistema de tránsito, incorporando conceptos de cortesía, gentileza, respeto y sensibilidad.
Para arribar a esta campaña se realizó un relevamiento de las esquinas que registran mayor índice de siniestralidad con peatones a través del Sistema Integrado de Denuncias de Accidentes de Tránsito (Sideat) y del Observatorio Vial de la APSV.
De estos informes, se pudo conocer que en la ciudad, en 2017, fallecieron 21 peatones y resultaron lesionados 683 de ellos en diversos hechos de tránsito.
Por su parte, se relevaron conductas frecuentes por parte de peatones y conductores en las esquinas, que ponen en riesgo a los primeros y hacen difícil la convivencia de ambos en las esquinas.
Con estos elementos, se elaboró un spot que registra postales cotidianas de esta interacción y que es un fiel reflejo de lo que se vive en las calles y que urge modificar.
Al respecto, el director de Formación y Comunicación de la APSV, Sebastián Kelman, destacó: "Se trata de una acción simbólica que pretende ser un punto de inflexión en los modos de relacionarnos con el otro en las esquinas. Debemos modificar esta cultura del riesgo y el 'yo paso primero' para generar situaciones más amables que no pongan en peligro a nadie".