Un operativo conjunto entre la Dirección Municipal
de Tránsito y la policía abortó en la madrugada de ayer una picada en la costanera norte de la
ciudad. Se labraron actas por conducción peligrosa y vehículos modificados, y se incautaron 30
automóviles y 35 motos. Los sorprendidos son jóvenes de entre 18 y 24 años que intentaron disimular
el motivo que los congregaba pasada la medianoche a la altura de la bajada Puccio. Más aún: la
mañana mostró la peor cara de la inconciencia. “Los chicos y algunos padres vinieron a
discutir y a increpar porque secuestramos los autos”, relató a La Capital el director
General de Tránsito, Mauricio Malano.
Los vehículos fueron remitidos al corralón municipal y será la Justicia
ordinaria la que dé luz verde para retirarlos después de analizar las circunstancias y pruebas
aportadas por los agentes de tránsito. En el mejor de los casos, antes de volver a circular se
deberán corregir los retoques a los vehículos, como amortiguadores bajos y motores
“pesados”, sólo a modo de ejemplo. “Tenemos filmaciones donde se ven autos y
motos picando, y cuando llegamos nosotros se produjo un gran desbande y la mayoría de los coches
que estaban esperando para participar de las picadas no se encuentran en condiciones de
circular”, comentó el funcionario.
No sabían. “Algunos decían que a los vehículos los habían comprado así y que no se
habían dado cuenta de corregirlos”, relataron los inspectores a cargo del operativo que fue
precedido de una tarea de inteligencia no menor a tres meses.
Cuando los móviles policiales arribaron al lugar elegido para correr estas pruebas
automovilísticas prohibidas por el Código de Faltas local y la Justicia, los protagonistas
intentaron disimular la situación. “Siempre tienen alguien que les avisa”, explicaron
los agentes. Pero la puesta en escena era más que elocuente y todos los conductores y vehículos
presentes en el lugar debieron afrontar los controles. Así, se detectaron motos sin espejo
retrovisor, guardabarros y cascos, además de autos sin paragolpes, con amortiguación y motores
modificados y vidrios polarizados, entre otras infracciones. Los tripulantes no tenían tarjeta
verde y carecían de la revisión técnica actualizada, licencia de conducir y
seguro.
“Las modificaciones denotaban qué actividades hacen con los
vehículos”, explicó Malano, y dijo que la Dirección de Tránsito aportó las pruebas sobre el
tema a la fiscal Liliana Cingolani. El control comenzó a las 12.30 cuando se cortaron en forma
simultánea las esquinas de Colombres con Puccio y Gurruchaga, equidistantes seis cuadras de la
estación de servicio donde habitualmente se
reúnen antes de salir a la pista.































