Rosario comenzó la semana laboral con un penetrante olor a humo que proviene de la quema de pastizales en las islas. Los incendios se reactivaron en las últimas horas del domingo y el humo volvió el aire irrespirable en la ciudad y la región.
Foto: Sebastián Suárez Meccia / La Capital
El lunes llegó con humo y muchos rosarinos recurrieron al humor
Rosario comenzó la semana laboral con un penetrante olor a humo que proviene de la quema de pastizales en las islas. Los incendios se reactivaron en las últimas horas del domingo y el humo volvió el aire irrespirable en la ciudad y la región.
En medio de la bronca y la frustración, los rosarinos usaron las redes sociales para canalizar su enojo y utilizaron el humor como mecanismo de defensa.
Twitter, la red social de los acontecimientos en tiempo real, fue el medio más elegido para expresarse. Quejas a los funcionarios de todos los colores políticos y chistes sobre una gran alarma colectiva encabezaron los reclamos.
Más allá del humor, siempre válido, los informes de monitoreo de calidad del aire dan cuenta de que los valores que existen en Rosario en días de quemas de pastizales en las islas, y jornadas sucesivas, están por encima de los considerados saludables y producen efectos nocivos en la salud y la situación es preocupante. Las consecuencias inmediatas son las más conocidas: goteo nasal, ardor en los ojos y picazón y dolor de garganta, tos y dolor de cabeza.
Pero además, la exposición frecuente al material particulado que conforma la humareda tiene impacto en el organismo a mediano y largo plazo: "En los países donde la calidad del aire es mala aumenta la mortalidad en la población por problemas respiratorios, entre otros", dijo el médico especialista en alergia e inmunología Gonzalo Chorzepa.
>> Leer más: Quemas en las islas: a mediano y largo plazo la exposición al humo acorta la vida
De este modo, se eleva aún más el alerta por lo que se está viviendo en la ciudad desde hace al menos dos años, con continuidad: no se trata únicamente de malestares que afectan la calidad de vida cotidiana sino que hay riesgos de que la salud empeore con el paso del tiempo por culpa de la inhalación de las quemas indiscriminadas, que parecen no tener fin.