El Ministerio de Trabajo nacional dictó anoche la conciliación obligatoria por 15 días en el conflicto con los choferes de ómnibus agrupados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que acató la medida y suspendió la huelga de 24 horas que había lanzado para hoy y que afectaba los servicios de corta, media y larga distancia. Por ese motivo, el transporte urbano de pasajeros de la ciudad circulará con absoluta normalidad en Rosario.
Roberto Fernández, titular de la UTA, aseguró que la conciliación será acatada y pidió que "los usuarios estén tranquilos porque no habrá inconvenientes".
"Suspendimos la medida de fuerza porque vimos que se retomó el diálogo", afirmó Fernández, quien destacó la actitud del gobierno nacional de pilotear las negociaciones entre el sindicato y las cámaras empresarias.
Pese a las diferencias que persisten con la conducción nacional, en la delegación Rosario del gremio habían confirmado el martes a La Capital su adhesión a la protesta.
Fernández, en tanto, elogió la "actitud" del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y del ministro de Trabajo nacional, Carlos Tomada, como también el interés de la presidenta Cristina Kirchner en interiorizarse en el conflicto.
A futuro, el dirigente indicó: "Esperamos acceder a un sueldo digno dentro de las posibilidades de las cámaras empresarias".
Más allá de la suspensión del paro, las posiciones del gremio y de la cámara están lejos de acordar una mejora salarial.
"Es muy difícil el acuerdo, porque una mejora salarial tiene que salir de un aumento de tarifas o de un mayor subsidio al transporte", advirtió el sindicalista.
La conciliación obligatoria implica que por las próximas tres semanas el gremio deberá abstenerse de realizar medidas de fuerza, plazo que el ministerio podría extender por otros cinco días hábiles.
Se trata de la segunda intervención de Trabajo en el año, después de la de enero, cuando la UTA lanzó un paro que coincidía con un fin de semana de recambio turístico.
Por entonces el conflicto se solucionó transitoriamente al acordar el gremio el cobro de una suma no remunerativa de 1.200 pesos para los choferes de larga distancia y de 1.400 para los de corta, a cuenta de las paritarias. Ahora la UTA reclama una mejora de 35 por ciento sobre los sueldos de diciembre.
Respecto de ese porcentaje, la intendenta Mónica Fein descartó ayer que pueda afectar al transporte público de pasajeros, aunque reconoció que sí impactará en la recolección de residuos. Por lo que adelantó que habrá que "disminuir costos" para garantizar la higiene urbana.
Intensas tratativas
La negociación entre funcionarios y la UTA arrancó ayer a la mañana. Por la tarde, un nuevo encuentro en la Casa Rosada desembocó en la conciliación.