Los trabajadores de la salud calificaron como “graves” los hechos de violencia en los hospitales y centros de salud. Tanto es así que pidieron botones antipánico, más policías y reformas edilicias.
Los trabajadores de la salud calificaron como “graves” los hechos de violencia en los hospitales y centros de salud. Tanto es así que pidieron botones antipánico, más policías y reformas edilicias.
De este modo, expresaron su preocupación ante las autoridades provinciales de Trabajo, Salud y Economía en el marco de la primera reunión paritaria que se llevó a cabo el viernes pasado y en la que también pusieron sobre la mesa la cuestión salarial.
El Sindicato de Médicos de la República Argentina (Amra) seccional Santa Fe manifestó ayer a La Capital cuáles fueron los requerimientos que consideran esenciales para poder ejercer sus tareas sin riesgo. Así, los responsables del gremio solicitaron, no sólo que no se disminuya la cantidad de policías en las guardias hospitalarias, sino que se incremente; que se coloquen botones antipánico en los centros de salud; que haya líneas de colectivos que lleguen a todos estos lugares para evitar que los profesionales y otros trabajadores tengan que caminar en zonas particularmente peligrosas cuando entran o salen de sus puestos, y que se hagan reformas edilicias en algunos efectores en particular ya que son construcciones antiguas que tienen muchos pasillos y recovecos, los que los torna potencialmente peligrosos.
En la lista de pedidos, donde puntualizaron que se revise la situación edilicia de los centros de salud públicos (uno por uno), agregaron que sería importante contar con “puertas de emergencia para que los médicos puedan salir rápidamente en el caso de ser amenazados”.
La primera semana de febrero dos médicas que atendían en la guardia del Hospital Roque Sáenz Peña, en zona sur, fueron golpeadas por una paciente y su compañero. Durante el ataque, que incluyó insultos y golpes, a una de las profesionales le dieron la cabeza contra un escritorio. Horas después, cuando fueron a realizar la denuncia correspondiente a la comisaría 15ª, las médicas terminaron detenidas ya que la paciente había hecho en forma previa una denuncia por entender que en el hospital no habían querido atenderla.
Este hecho motivó una manifestación de profesionales de la salud del municipio, provincia, universidad, Pami y privados (médicos, enfermeros, administrativos y asistentes) que tuvo lugar frente a la guardia del hospital el pasado 10 de febrero, y que fue multitudinaria. Se trató en rigor de la mayor concentración de trabajadores de la salud por el tema inseguridad. Además se hicieron en forma paralela asambleas en todas las localidades.
El encuentro tuvo como consigna: “La seguridad no se negocia”. Los presentes mostraron su preocupación por no poder trabajar con tranquilidad y destacaron que muchos temen, incluso, por su vida, cuando están cumpliendo sus funciones.
Hay otros casos que se dieron en las últimas semanas, que elevaron el nivel de alerta. Uno de ellos sucedió a horas de la manifestación de los médicos. Ocurrió en el centro Primero de Mayo, de barrio Rucci, cuando una enfermera que se retiraba después de haber cumplido su horario laboral fue sorprendida por un delincuente que le robó sus pertenencias, mientras le apuntaba con una pistola.
Además, antes del feriado de carnaval, en el barrio 7 de Septiembre, se produjo otro robo, a dos médicos. El efector estuvo cerrado durante varios días por ese motivo.
Se suma a esta seguidilla de situaciones violentas lo que pasó a pocos kilómetros de Rosario, en Alcorta, en el Samco, donde una médica y una enfermera fueron víctimas hace pocos días de una agresión por parte de un hombre. Las mujeres tuvieron que pedir ayuda a un compañero porque la policía no contestaba el teléfono. Amra denunció que como no detuvieron al atacante en su momento, sino que la policía “lo interceptó pero lo llevó a su domicilio”, posteriormente la persona amenazó de muerte al personal de hospital y a sus familiares.
“Estamos en alerta porque es obligación del Estado proteger a quien protege”, expresó ayer Sandra Maiorana, titular de Amra, quien comentó que durante el encuentro con las autoridades se solicitó un incremento presupuestario para seguridad con el objetivo de sostener los adicionales a los policías para que puedan estar presentes en las guardias; “también incluimos una lista de pedidos que hacen a la seguridad de los profesionales y de todos los trabajadores que no pueden seguir ejerciendo una tarea tan sensible como la que realizan, y de tanta dedicación, mientras temen ser atacados”.
La referente añadió: “Nos dejaron en claro que la posibilidad de apoyar nuestro reclamo depende en gran medida de que se apruebe la ley de necesidad pública que se debatirá hoy en el Senado santafesino, que es una iniciativa del actual gobierno provincial”.
Impacto emocional
Maiorana recordó que el Colegio de Médicos, con sede en Rosario, tiene activado desde 2011 un programa que brinda atención psicológica o psiquiátrica a los profesionales y que más del 30 por ciento de quienes recurrieron a esta opción para cuidar su salud mental lo hicieron a causa de situaciones violentas que vivieron en sus lugares de trabajo.
“Le solicitamos al Ministerio de Seguridad que no descuide a nuestra gente. Sabemos que la situación general es compleja y se necesitan policías en todos lados, pero no pueden sacarnos a los que ya tenemos para poder trabajar en paz. Cuando sucedió el ataque en el Roque Sáenz Peña, casualmente se había disminuido la guardia policial”, enfatizó la dirigente, mostrando de ese modo que es “imprescindible contar con custodia”.