Silvia Carafa
Silvia Carafa
Especial para
La Capital
El Hospital Centenario cuenta con un nuevo espacio para que los grupos de autoayuda de enfermedades crónicas, consumos problemáticos o voluntariados, entre otros, puedan tener sus reuniones. Se trata de un salón de usos múltiples (SUM) que la Fundación Ciencias Médicas construyó en el jardín de la parroquia San Francisco de Asís, Suipacha y Urquiza, en cuyo templo se realizó el acto de inauguración. El espacio luce impecable y debutará el lunes.
"Si vamos hacia atrás en la historia y estudiamos las actividades del médico, unos 500 años A.C, es Hipócrates el que da una mirada más completa, integral, holística, porque habla de lo biológico, psicológico, social y lo espiritual", dijo el presidente de la Fundación, Alberto Muniagurria, dando el sentido que acompaña al espacio inaugurado ayer.
Es en la convergencia de esas miradas donde cobra importancia para la salud pública un espacio para contención, reflexión y crecimiento, de quienes además de la asistencia médica, necesitan la horizontalidad de un grupo de pares.
El SUM está equipado y diseñado para que las reuniones se puedan realizar en un entorno que suma desde la estética, interior y exterior, como el muy bien cuidado jardín.
"Esto surgió cuando la directora del Hospital Centenario (Lorena Frontini) nos llamó y nos dijo que necesitaba un espacio para reunir grupos vinculados con temas de salud enfermedad que habían perdido su lugar por no tener espacio para reunirse, o tenían que estar en lugares no cómodos como ellos lo merecían", contó Muniagurria.
Además, dio un detalle revelador. Se trata de "grupos formados por personas de credos diferentes y caminos de vida totalmente distintos", pero con un lazo de unión insoslayable, el compromiso por estar mejor y sobre todo, estar en comunicación y desde allí crecer. Sin pasar por alto la fortaleza de un vínculo como la pertenencia.
Como es habitual en los años que lleva transformando con una mirada humanista pero también estética, la Fundación Ciencias Médicas tomó el guante. "Nos parecía que el proyecto cumplía los objetivos que nos planteamos en nuestro origen, apoyar la asistencia y al ser humano, con él y hacia él", enfatizó el profesional y ligó el compromiso a las palabras de Hipócrates con que abrió el acto.
El prójimo
La parroquia San Francisco de Asís, más conocida como la Capilla del Centenario, lució a pleno para la ocasión. "Hoy es un día especial para nosotros, aunque afuera esté lluvioso, lo importante es ese espacio que es muy grande, porque muchas personas pasarán por ahí, para reunirse, reflexionar, por eso es un momento de alegría", dijo el párroco Juan José Estrade.
Además, señaló que el SUM es al mismo tiempo una contribución a la sociedad, pero también un compromiso y un desafío como ciudadanos, de ir haciendo realidad las obras que se necesitan. "Siempre buscando abrirnos cada día más a un compromiso social con quienes necesitan ayuda", puntualizó.
Exquisita música para la ocasión
El acto de inauguración contó con la presencia de autoridades, funcionarios y público en general. La ceremonia incluyó la bendición de las banderas del templo. Un momento especial puso la música, a cargo de la soprano Jorgelina Sorrequieta, que interpretó el Ave María, junto a Alejandro Hipolito en teclado y el violín de Pablo Bolzone. Además, fueron los encargados de amenizar el brindis, que se sirvió después del video donde la Fundación de Ciencias Médicas mostró el extenso y solidario trabajo con el que completa los intersticios de la salud pública.