Luego de un diciembre destacado, que apareció como un oasis luego de un año negro con caída de ventas y depresión de la actividad, los comerciantes del centro de la ciudad viven con gran expectativa la previa del Día de Reyes, que se celebra este miércoles en todo el país. Confían en que oficiará de continuidad de la burbuja vivida en Navidad, en especial en el sector juguetes, y que la gente podrá gastar más al contemplar solo regalos para los niños, con tickets promedio ubicados entre los 1.000 y 1.500 pesos.
Así lo afirmó Francisco Coco Benzi, titular de la Cámara de Jugueterías de Rosario: “Tenemos bastante expectativa. Esperamos que la gente pueda responder estos últimos días y con empatar el año pasado estamos fenómeno, aunque 2019 no haya sido bueno”, anticipó. Si bien la venta fuerte se suele dar en los últimos dos días, 4 y 5 de enero, las compras se estiran incluso hasta mañana, ya que aunque la costumbre indica que los niños se despierten con los regalos en casa, muchas personas se olvidan y van a último momento. También hay buena presencia de padres separados que llevan el obsequio esa tarde luego de adquirirlo, por lo que “siempre queda un remanente de clientes para el 6”, confió Benzi.
El dueño de Guliver dijo que las ventas arrancaron “razonablemente bien”, más que nada a la tarde porque ayer fue una jornada con mucho calor. El ticket promedio se ubica entre 1.000 y 1.500 pesos, en función de que hay muchas promociones con tarjetas de crédito y planes de pago, cuyo costo es absorbido en parte por el banco y el resto por el comerciante. “La Navidad anduvo bien, las expectativas se cumplieron y fue bastante bueno. Casi toda la venta fue en función de las diversas promociones, y Reyes viene parecido”, diagnosticó.
Luego de una importante merma producto de la pandemia, el sector pasa un buen momento, ya que las dos fechas importantes del año son el Día del Niño y diciembre-enero, y se está trabajando bien. “Veníamos preocupados por todo el tiempo cerrados, pero estamos levantando, así que vemos el 2021 con buenos ojos”, acotó. De hecho, en esta celebración a veces hay mayor gasto por unidad, ya que muchos compran artículos para toda la familia en Navidad, pero en Reyes solo son juguetes para los más chicos. “Eso hace que la gente pueda gastar un poco más, porque son menos regalos”, detalló.
Con ansias
En calle San Luis también aguardan con ansias las ventas de Reyes, “que generalmente se dan los últimos dos días”, coincidió Miguel Rucco, presidente del centro comercial a cielo abierto. Por eso, muchos locales en esa calle estarán abiertos hoy en horario extendido hasta las 20, con ofertas puntuales para la fecha. “Esperemos que la gente cumpla con esta tradicional fiesta y lleven los juguetes para los niños, que tanto esperan”, insistió.
Es que el año comercial en San Luis finalizó con un descenso anual de un 20 por ciento en comercios minoristas y de un 14 por ciento en los mayoristas, haciendo un promedio de los distintos rubros. Las ventas on line de los que estaban preparados para dar el salto digital crecieron entre un 30 y un 40 por ciento en detrimento de la presencial, y para 2021 “las expectativas son cautas frente a variables inciertas”, dijo el referente.
En tanto, Fabio Acosta, titular de la Asociación Casco Histórico, remarcó que Rosario “tuvo un final burbuja este diciembre, muy fuera de contexto respecto del resto del año, frente a los números desastrosos de otras grandes urbes”, lo que atribuyó a la falta de tours a ferias como La Salada y la buena tarea de la Guardia Urbana Municipal, que evitó “la competencia desleal de los manteros”.
Acosta caracterizó las fiestas de fin de año como “una grata foto dentro de tanta angustia e incertidumbre entre los comerciantes”, y señaló que su relevamiento interno entre gran cantidad de socios de todos los rincones del área central, arrojó una cifra contundente: “El 75 por ciento de los comerciantes consultados vendió más o igual que el año pasado, y solo el 25 por ciento dijo haber vendido menos”.
En base a estos números, hizo una previsión poco optimista para estas fechas y analizó que “tuvimos mucha demanda reprimida a lo largo del año, ya que al no poder festejar el Día del Padre, del Niño o de la Madre, los cliente s volcaron toda su ansiedad en las fiestas de fin de año”, lo que en sus cálculos “seguramente va a debilitar la venta para Reyes”.
No quieren restricciones
Ante el leve crecimiento en el número de casos en la ciudad, los comerciantes se anticiparon y salieron a advertir que el rubro no ha sido responsable de contagios durante la pandemia, ante la posibilidad de nuevas restricciones a diferentes actividades. “El comportamiento de los comerciantes de nuestra zona respecto del cumplimiento de los protocolos fue ejemplar en todo el 2020”, consideró Miguel Angel Marcogliese, presidente del centro comercial Paseo del Siglo.
Entre los ítems enumerados, dijo que en los locales “nunca hubo aglomeración de gente”, ya que los clientes entraron según las dimensiones de los mismos, y fueron muy estrictos con el uso de alcohol para las manos, con el control sobre los tapabocas puestos correctamente y con la limpieza de las suelas de los calzados. “Es muy común ver por estos días filas de personas con la distancia sugerida esperando para ingresar a los salones de ventas. Los clientes se enojan porque están al sol, pero los estamos cuidando”, graficó.
Para Marcogliese, “ha quedado debidamente comprobado que el comercio no será el causante de la segunda ola del virus, por tal motivo consideramos que sería totalmente injusto que se nos aplique algún tipo de restricciones horarias, cierre o toque sanitario para poder atender al público”. El referente explicó que el arrastre de varios años de caídas en las ventas, y un 2020 con muchos días totalmente cerrados, otros atendiendo solo pedidos por web, y meses con horarios restringidos, provocó el cierre de muchos locales y dejó a otros al borde de bajar sus persianas definitivamente.
“Nosotros no fuimos los que hicimos manifestaciones ni fiestas en las islas. Esperamos que las autoridades actúen en la prevención y disuasión de las concentraciones masivas antes que se produzcan, dejando al comercio trabajar como lo venimos haciendo, con total responsabilidad, cuidando a nuestros clientes, a nuestros empleados y a nosotros mismos”, finalizó el comerciante.