La intendenta recién rompió el silencio el jueves pasado para marcar su postura en relación a la crisis de financiamiento del sistema. Y no sólo anunció que giraría el tema al parlamento local, donde "necesitan evaluar la situación y están los actores responsables" sino que aclaró que no solicitará una suba de la tarifa al Palacio Vasallo, tal cual lo habían asegurado estrechos colaboradores suyos.
"El informe sobre números del sistema de transporte va a llegar al Concejo antes de la sesión del jueves, para darle ingreso, y que se pueda comenzar a analizar en la comisión de Servicios Públicos", adelantó Javkin.
Esa documentación, que fue elaborada por el Ente de la Movilidad, refiere exclusivamente al impacto de la paritaria (ya se anunció que habrá un "descalce" de 150 millones de pesos anuales que no aportará Nación) y cómo será la incidencia de la reforma tributaria y los cambios en los subsidios.
Este último ítem será el más complejo de desmenuzar, porque a partir de este mes cambió el sistema impositivo que aplica para los subsidios al sector.
La reforma tributaria modificó el impuesto nacional que financiaba los subsidios. Antes era el impuesto al gasoil, ahora a los combustibles líquidos.
El decreto rige desde el pasado 16 de abril, lo que hace que aún no existan balances.
Además, a partir de la segunda quincena de este mes llegará al Palacio Vasallo el nuevo estudio de costos del Ente de la Movilidad, que actualizará los 15,50 pesos que debería costar el boleto y que fueron calculados en febrero pasado.
"La responsabilidad sobre los subsidios, desde que hay un impuesto que recauda el gobierno nacional, es de la Nación, que el año pasado decidió disminuir los subsidios al gasoil y este año retirarse prácticamente del subsidio de los salarios de los choferes", había subrayado Fein la semana pasada.
En medio de este escenario incierto, el mes que viene la jefa comunal estará facultada para aumentar el boleto de acuerdo al índice de variación salarial.
Enigmas
Ayer casi todos los integrantes de la comisión de Servicios Públicos eliminaron la palabra aumento del diccionario legislativo. Los tiempos corren y se abre una gama de opciones para sacar al transporte rosarino de una nueva crisis.
Si los ediles plantean sus reparos y se muestran remisos a tocarle el bolsillo a los usuarios, quedará la chance que Fein tiene el mes próximo para recomponer ingresos sin tener que pasar por el Concejo.
En efecto, y tal como la faculta la ordenanza en vigencia, la jefa comunal dispone de cuatro oportunidades al año para aumentar el boleto.
La norma dice "actualizará" y no impone una obligación, pero podrá ajustar la tarifa de acuerdo a la evolución salarial del último trimestre. Estimaciones extraoficiales ubican ese guarismo en torno a un 5 por ciento.
"Nosotros estamos esperando la documentación que dijo la intendenta. Y si quiere aumentar por encima del índice de variación salarial, deberá mandar un pedido al Concejo solicitando cuánto más quiere que se eleve. Eso sí, pierde la opción de hacerlo", advirtió ayer el concejal de Encuentro por Rosario, Osvaldo Miatello.
Lo que viene es un panorama incierto, con una paritaria de los choferes que no tiene asegurada su fuente de ingresos el mes próximo y un posible nuevo aumento de los combustibles, que dejaría en jaque el equilibrio del sistema. Tal vez será por todo esto, que ayer en los despachos oficiales del municipio reinó el hermetismo de declaraciones.
destino no deseado. El sistema de colectivos rosarino atraviesa días complejos y todos los caminos parecen conducir a una suba de la tarifa.