De milagro, la ola de calor no generó ayer una tragedia en Rosario. Un hombre de 38 años que caminaba por Rioja al 1600 voló unos seis metros por la explosión de un transformador subterráneo de la Empresa Provincial de la Energía (EPE). El impacto le produjo pérdida de conocimiento y cortes menores en la rodilla. Iba acompañado de su mujer y sus dos hijos y varios testigos coincidieron en aseverar que de haber alcanzado la onda expansiva a los menores hubiera sido fatal. Producto del desperfecto, parte del microcentro estuvo sin luz al caer la tarde.
El accidente ocurrió cerca de las 19. Bajo un calor sofocante y en un día de intenso movimiento en el centro por las fiestas de fin de año, una familia caminaba por Rioja casi Presidente Roca de la mano impar, cuando se produjo la tremenda explosión en un transformador subterráneo de la EPE.
Según pudo reconstruir LaCapital en base al testimonio de varios testigos, a raíz de la onda expansiva el hombre de 38 años salió despedido unos seis metros. "Voló desde la celda hasta un tonel que tiene en la puerta una enoteca", graficó uno de ellos.
Producto de la explosión, el hombre perdió parcialmente el conocimiento y tuvo heridas en la rodilla. Lo atendió en el lugar personal médico del Sies que lo derivó para curaciones complementarias y otros estudios al Hospital Provincial del Centenario.
A cualquiera. Indignada, la mujer del damnificado dijo a Canal 5: "A ver si de una vez por todas en esta ciudad se cuidan las instalaciones de gas, agua y energía. Esto le pudo haber pasado a cualquiera, con mi marido íbamos con mis dos hijos, si le tocaba a cualquiera de ellos no la contábamos", dijo a punto de quebrarse.
El mismo razonamiento hicieron varios vecinos que miraban azorados la escena. "Esto pudo haber sido una tragedia, el ruido fue terrible. ¿Nadie de la EPE controla estas instalaciones?, se preguntó el propietario de un departamento cuya entrada da con la caja subterránea siniestrada y anoche estaba sin luz.
De inmediato llegó al lugar personal de la Brigada Motorizada de la Unidad Regional II de Policía. Preventivamente instalaron un precario cordón alrededor de la bóveda, a la espera del personal técnico de la EPE.
El desperfecto generó un corte de energía en la cuadra del accidente y por Rioja hacia el este, al menos hasta calle Entre Ríos. Muchos comerciantes sacaron a la calle sus generadores de energía para poder funcionar y otros optaron por cerrar sus puertas al caer la tarde, como el dueño de una cafetería que dijo padecer en su casa, de zona oeste, también los cortes de la empresa pública de energía.
"Lamentablemente nos estamos acostumbrando a esta situación. Días de mucho trabajo por las fiestas que no se pueden trabajar como esperábamos por los cortes de luz, y eso ya lo estamos incorporando a nuestras proyecciones de ventas", planteó molesto el referente de la librería ubicada justo en la esquina de Roca y Rioja.
Caos. El corte de energía dejó fuera de servicio a los semáforos de calle Rioja. En pocos minutos el tránsito fue un verdadero caos ya que la cantidad de autos, taxis y colectivos que circulaban por la zona no eran ordenados siquiera por un agente municipal.
No faltaron incluso discusiones entre automovilistas y peatones. Para peor, calle Entre Ríos estaba cortada entre Córdoba y Rioja por vecinos cansados de un gran bache sobre la calzada (ver página 2), tras lo cual pusieron un contenedor.