A casi dos años de la explosión del laboratorio Apolo, el predio de zona sur donde funcionaba la planta siniestrada aún continúa lleno de escombros, restos de las instalaciones de la fábrica y residuos. Pese a los reiterados reclamos de los vecinos, el baldío sigue abandonado y con frecuencia resulta intrusado. El Concejo Municipal aprobó ahora un decreto para que el municipio se haga cargo de las tareas de limpieza.
La iniciativa fue presentada por la concejala de Iniciativa Popular, Fernanda Gigliani, y advierte sobre el estado "total" de abandono del predio de pasaje Drumond al 2900, donde el 27 de junio de 2016 se produjo la explosión de una caldera que dejó varios heridos y tres propiedades convertidas en escombros.
El decreto advierte sobre los reclamos de los vecinos que manifestaron que el terreno se encuentra lleno de escombros, restos de estructura de la planta elaboradora de productos farmacéuticos y desechos.
En este sentido, pide que el municipio informe si existieron inspecciones o actas de infracción en procura de resolver los problemas que causa el abandono del inmueble donde funcionó el laboratorio.
Además reclama que se realice una inspección en el lugar y, de constatarse los planteos realizados por los vecinos, se intime a los dueños para que procedan a la limpieza y desratización del lugar.
Pero si los titulares del terreno no cumplieran con la medida, el decreto exige que el municipio tome a su cargo estas tareas "con repetición de los costos a los propietarios".
"Sucio y peligroso"
El laboratorio Apolo ocupaba casi un cuarto de la manzana de Alem al 2900, en el barrio Tablada. Los fondos de la planta estaban sobre el pasaje Drumond. En ese sector, donde estaba la zona de calderas, se desató el siniestro que sacudió al barrio Tablada.
Casi dos años después de la explosión, los fondos del laboratorio "siguen llenos de basura", advierten los vecinos. "El lugar está sucio, parte del vallado se ha caído y resulta peligroso ya que comprobamos que en varias oportunidades sirvió como guarida de ladrones", apuntan.
La explosión del laboratorio dejó a seis personas heridas y destruyó las propiedades linderas a la fábrica, además de afectar otras viviendas.
Tras el siniestro, la jueza de instrucción en lo Civil y Comercial María Mondelli aprobó un pedido de quiebra de la firma que venía atravesando un concurso de acreedores.
En la causa penal donde se investigan las responsabilidades por el siniestro se imputó al jefe de mantenimiento de la planta por haber descuidado las normas de seguridad.