El arzobispo los recibió en la Iglesia San Antonio (San Martín al 3300), pero antes de concretar el encuentro tanto los jóvenes como el equipo de La Capital sufrieron agresiones e insultos de muchos de los fieles que salían de la celebración y cuestionaban su presencia en el lugar.
Los adolescentes marcharon acompañados por chicos de otras escuelas y centros de la Federación de Estudiantes Secundarios. Llegaron a las puertas de la parroquia, donde Martín dio una misa. Hasta allí llevaron su denuncia de irregularidades de las que hacen responsables a las autoridades, y que van desde el maltrato y las amonestaciones sin causa hasta la instalación de cámaras de seguridad prohibidas.
Una vez terminada la misa entregaron un petitorio, a pesar de la presencia de 8 policías en la iglesia.