Al hablar sobre la problemática vial del país, uno de los puntos a tener en cuenta es la infraestructura, es decir el estado de las rutas.
Al hablar sobre la problemática vial del país, uno de los puntos a tener en cuenta es la infraestructura, es decir el estado de las rutas.
De acuerdo a un relevamiento realizado por el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi), el 82 por ciento de los accidentes ocurre sobre el pavimento seco, un 9 por ciento sobre la calzada mojada, 4 sobre pavimento húmedo, 3 por ciento sobre tierra o ripio seco, y un 2 sobre pavimento con nieve o hielo.
De aquí surge el análisis que determina que el 80 por ciento de las rutas argentinas se encuentra en mal estado o presenta una configuración no acorde al volumen del tránsito y al tipo de vehículos que circula por ellas.
La mayoría de las trazas nacionales no cuenta con iluminación artificial. Bajo estas condiciones, es muy frecuente atropellar animales, peatones y ciclistas.
Por otro lado, el intenso tránsito de camiones produce serias deformaciones en el pavimento.
Otro punto conflictivo es el ancho de las rutas. La mayoría tiene 7 metros y un camión moderno, 2,5. Si transita exactamente por el centro del carril, sólo quedan 50 centímetos de espacio en cada lado.