María de los Angeles Bogado tiene 17 años y está internada con asistencia mecánica respiratoria en el Hospital de Emergencia Clemente Alvarez (Heca), donde llegó derivada del Policlínico San Martín. Al centro de salud de la zona oeste había ingresado por una supuesta tentativa de suicidio. Sin embargo, su familia puso en duda esa versión, señaló que la joven atravesaba una situación de violencia con Gonzalo M., quien era su pareja desde hacía por lo menos seis meses, y apuntaron agresiones previas por parte del joven de 24 años. De hecho, su mamá, María Estela, dejó asentada una denuncia en la comisaría 32ª, señalando que al momento del traslado de la adolescente al hospital, el sindicado por la familia como el agresor se dio a la fuga cuando le pidieron explicaciones de lo que había sucedido. La investigación ahora está en manos de la fiscal de la Unidad de Delitos Culposos, Mariana Prunotto, que intervino ante la gravedad del cuadro.
En la puerta de la guardia del hospital la mamá María Estela, el papá Héctor, tías y vecinas, relatan y suman elementos para pensar que María de los Angeles fue víctima de una agresión.
“A nosotros nos avisaron el viernes a la tarde que la traían para acá porque había tenido un intento de suicidio, pero eso fue lo que dijeron ellos, los que llevaron al San Martín que ni siquiera sabemos quiénes fueron, y nadie nos explicó más nada”, relataron su mamá y sus tías.
Las mujeres contaron que fue en la guardia del Heca donde se cruzaron con la pareja de la adolescente, pero ante un cruce de palabras “a él lo metieron para adentro, la seguridad lo protegió y él se fugó por la otra puerta, sin explicar a nadie, ni siquiera a los médicos por qué ella está como está”, detalla la mamá.
La violencia
Sus padres, sus tías y sus vecinas no tienen dudas de que María de los Angeles era víctima de una situación de violencia. Hacía ya por lo menos seis meses que estaba en pareja con Gonzalo M., e incluso algunas de las amigas que estaban en la puerta del hospital la conocían del tiempo en que la pareja vivía en Bella Vista.
“Venía a mi casa golpeada, tenía miedo porque él la tenía amenazada”, cuentan las amigas que recuerdan haber escuchado los gritos, haberle visto los moretones y el miedo, y recuerdan como uno de los hechos más graves “el día en que le pegó y le sacó la mandíbula”, relatan.
Sin embargo, no solo eso. “Si le planchábamos el pelo, si la maquillábamos y la pintábamos, ella no le decía, le tenía miedo porque él le hacía escándalo y le gritaba, incluso delante de los amigos”, agregan.Pero hacía tiempo que no la veían, porque la pareja se había trasladado al barrio Plata. “Yo la vi para el Día del la Madre, y no la vi bien”, cuenta su mamá, quien no tiene dudas que "él la sometía”.
A eso se suman los mensajes que la familia recibió en los últimos días de quienes sí la habían visto. Una de sus tías, Sara, mostró un mensaje de WhatsApp donde un tercero le contaba que se había cruzado con la joven y que ella misma le había dicho que el hombre no la dejaba irse.
Y eso último se agrega otro mensaje, recibido por su papá, donde le indican que el propio hombre habría admitido los golpes. “Ahí me dicen que lo escucharon decir que la había agarrado del cuello y que se le había ido la mano”, detalla.
Lo cierto es que por estas horas la familia quiere que por lo menos su madre pueda ingresar a verla. “Saber que es ella, verla, aunque sea a través de un vidrio”, pide la mujer.
Un cuadro grave
El director del Heca, Jorge Bittar, señaló que la información prehospitalaria con la que cuentan indica que “unos supuestos familiares la llevaron al centro de salud San Martín, donde llegó ya en coma y donde deciden entubarla”, y desde allí una ambulancia del Sies la trasladó hasta el Clemente Alvarez.
Ya en el efector se le hicieron una serie de diagnósticos por imágenes, para lo cual también se descartó un embarazo. Además la joven estuvo aislada durante las primeras 48 horas hasta que se descartó que fuera Covid positivo, y en ese plazo también fue examinada por un médico de policía, en el marco de la investigación que inició la fiscal Prunotto.
Según la información del Ministerio Público de la Acusación (MPA), la fiscal intervino ante “la gravedad del caso”, y de hecho si bien Bittar indicó que se trata de un cuadro “estable”, no dejó de señalar que “es una paciente con asistencia mecánica respiratoria y que aún podría presentar complicaciones”.
Además de marcas del supuesto intento de suicidio, los primeros exámenes registraron además “cortes autoinflinjidos y hematomas que serían de vieja data”; y en ese marco, la fiscal libró medidas de investigación sobre el hombre.
El caso además tiene relación con una de las políticas de investigación que el MPA viene impulsando, y que tiene que ver con la perspectiva de género en las investigaciones, que permita identificar y probar los signos de las violencias de género, y que la semana pasada se plasmó en la presentación de un protocolo específico.