Las escuelas públicas de gestión privada nucleadas en la Federación Santafesina de Instituciones Educativas Privadas (Fesaiep) pidieron volver a la presencialidad y se quejaron por la decisión “inconsulta” y con pocas horas de antelación que tomó el gobierno provincial al definir el pase a la virtualidad obligatorio por una semana para bajar la tasa de contagios y darle oxígeno a la ocupación de camas.
Este lunes una reunión plenaria virtual, de la que participaron unos 25 colegios rosarinos, definió elevar la queja y emitió un duro comunicado. Si bien hubo matices entre instituciones, con distintos grados de disconformidad, primó la conciencia de que el contexto es el de una pandemia y la salud pública es importante, pero también la confianza en que las escuelas son ambientes seguros.
“Amamos lo que hacemos y nos sentimos protagonistas de la sociedad civil. Nos preocupa la pandemia. Tanto es así, que nos tomamos en serio proteger a nuestros alumnos y empleados docentes y no docentes, que son muchos. Nos preparamos, capacitamos, invertimos y comprobamos que nuestros espacios escolares son seguros y que podemos asegurar en forma presencial el derecho a la educación y al trabajo de nuestros alumnos y empleados en pandemia. También lo hacemos en forma virtual”, dice el texto difundido ayer.
El relevamiento interno de la federación arrojó que en seis semanas de clases presenciales, la tasa de contagios no supera el 1 por ciento de alumnos, docentes y no docentes, en el marco de una asistencia reducida a la mitad por el régimen de alternancia, y con la presunción de que los casos vienen de afuera de las instituciones. “Nuestros dichos están avalados por las estadísticas. Respetamos la decisión del gobierno que en uso pleno de sus facultades ha tomado para bajar la movilidad ciudadana. Es muy importante bajar la tasa de contagios, tan necesaria para asegurar el derecho a la atención de salud de la población a la que pertenecemos”, señalaron.
Quejas
Participaron por Rosario 25 colegios, entre los que se contaban el colegio Ghoete, el Centro Educativo Latinoamericano, San Patricio, San Jorge e Integral de Fisherton, junto a otras escuelas religiosas y laicas, del centro y de los barrios de la ciudad. Afirman que comprenden la medida y acatan la decisión porque respetan la jurisdicción, pero lamentan que no hayan sido consultados y piden que no se extienda por más de una semana la medida. En el plenario se manifestó desagrado por lo precipitada de la decisión, porque se informó el domingo a última hora para hacerlo cumplir desde el lunes y debieron movilizar a contrarreloj las vías de comunicación para que las familias se enteraran.
“Sentimos dolor por el trato que se nos da, porque a pesar de que somos responsables del 40 por ciento de la matrícula escolar no se nos consulta y nos notifican de la vuelta a la virtualidad un domingo a las 23, para aplicar un lunes. Y defraudados, porque se nos aseguró que la presencialidad sería lo último en cerrar y una vez más se nos envía a nuestras casas. Esperamos que solo sea por esta semana y que el esfuerzo que ello demanda para nuestros alumnos y docentes no sea otra vez en vano. Y sean conscientes de que cada día de presencialidad que se pierde, difícilmente se recupera. Volvamos a las clases seguras y presenciales”, pidieron, a la vez que renovaron el compromiso de trabajar en forma protocolizada y como forma de defender la presencialidad y sostener la actividad.
En Rosario, entre todos los niveles hay 103.723 mil alumnos en unos 322 establecimientos privados. El año pasado, en medio de la pandemia, hubo un gran crecimiento de la morosidad en las cuotas, que en algunos casos llegó al 60 por ciento, pero desde la federación confiaron que la situación tiende ahora a regularizarse, ya que las familias siguen apoyando a los colegios haciendo un gran esfuerzo para pagar la cuota y el arancel. El incumplimiento volvió a un 10 o 15 por ciento, aunque en ciertos lugares puede llegar al 30 por ciento. En cuanto a la matrícula, se ha dado este año un corrimiento de chicos de escuelas con cuotas más altas a otras más accesibles, y de esas a escuelas públicas, de la mano del deterioro del ingreso de las familias.
Reclaman completar la vacunación al personal
La delegación local de la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la República Argentina (Faera), que representa a 50 escuelas de la ciudad, también discutió sobre la suspensión de la presencialidad en una reunión este lunes y pidió completar la vacunación del personal.
Si bien los representantes de los colegios no llegaron a una posición unánime, porque algunos creen que basta con una semana de cierre para disminuir los casos y otros que las clases deben ser lo último en suspenderse, sí hubo coincidencias en torno a que “las escuelas están preparadas para recibir a los alumnos aplicando los protocolos para sostener la presencialidad y cuidando para que sea un lugar seguro”, según refirió su titular, Claudia Stern.
“En la escuela no se generan los contagios, se aíslan burbujas y docentes porque vienen con el virus de su vida social”, dijo la representante legal del colegio Santísimo Rosario. También acordaron pedir a la provincia que “termine de vacunar a todo el personal de las escuelas”, como docentes reemplazantes, administrativos, asistentes escolares que no están en la planta de la provincia, representantes legales y coordinadores que aún no han sido inmunizados.