"Sí, lavamos los platos, pero también manejamos". La frase la dijo una mujer con
20 años de experiencia arriba del taxi. La tachera pidió comprensión y no aceptó nota, pero su
marido, un gremialista del rubro, reconoció que es "una experta al volante, que llegó a manejar
camiones y que en una oportunidad rindió bien el examen de tránsito, mientras a él lo bocharon".
Así viene la cosa en materia de conducción de vehículos: lenta pero firme. En Rosario ya son 181
las que están el frente de taxis y remises, otras cinco están a cargo del recorrido de la empresa
Rosario Bus que une Rosario con Villa Constitución.
Cada vez son más. Si de taxis se trata, son 153 las que manejan ese servicio y
aunque puede considerarse poco por representar sólo el 2,5 por ciento del total de tacheros, van
ganando espacios. En los remises suman 28 (un 5,2 por ciento del total de choferes), y hasta
también se le animan a los patrulleros.
Natalia Gigli no sólo quiere manejar un colectivo, sino que además fue pionera
en impulsar formalmente en el Concejo Municipal la inclusión de las mujeres en los ómnibus
rosarinos. Para eso, presentó un proyecto que se convirtió en ordenanza en abril de 2006 y donde se
explicitaba que "se propiciará la gradual incorporación de mujeres en el plantel del transporte
urbano, pertenecientes a las líneas administradas por la Semtur"; y señalaba que las vacantes
deberían cubrirse "en forma igualitaria entre mujeres y varones".
Sin embargo, la iniciativa que los concejales aplaudieron y el Ejecutivo
promulgó, no se cumplió. "Fue una farsa", aseguró meses después Gigli, quien ahora dijo buscar
"diferentes alternativas" para hacer cumplir la norma.
Otras tuvieron mejor suerte y ahora lograron su lugar al frente de un servicio
público. En muchos casos, sus propios pares varones las rescatan como "prudentes y de excelentes
modos" para con el público.
En Córdoba se apropiaron de los troles (ver página 4) y acá no se descarta que
en breve puedan manejar ambulancias y hasta autobombas.
Prejuicios. "No hay norma que prohiba que ellas se hagan cargo de los vehículos
de servicios públicos, pero hay que reconocer que no manejan camiones de residuos o coches de
bomberos. Es una cuestión cultural, porque sí se las ve frente a los transportes escolares; siempre
que hay niños se las habilita, tal vez por una idea maternal. Pero manejar no debería ser una
cuestión de género, sino de competencias. Si lo saben hacer y tienen habilitación, deberían
conducir todo tipo de vehículos", remarcó el secretario de Servicios Públicos provincial, Alejandro
Boggiano.
En la misma sintonía expresaron sus comentarios el jefe de policía de Rosario,
el titular del Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) y quien encabeza la agrupación de
Bomberos Zapadores.
Son 5.150 los efectivos policiales en la ciudad y de ese total, el 20 por ciento
está representado por personal femenino. Pero lo destacable es que un 80 por ciento de esas mujeres
realizan las tareas de calle y la mayoría conducen motos, pick up y autos.
"Se puede creer que nuestro ambiente es muy machista, pero acá las mujeres hacen
todo tipo de tareas, y las de las nuevas camadas más todavía. Tienen tanta disposición al trabajo y
lo hacen tan bien, que a veces nos intimidan a los varones, con ellas no renegamos" , admitió el
propio jefe de la policía, Osvaldo Toledo.
Patotero sentimental. "He tenido muchas minas/muchas minas/pero nunca una
mujer", dice el tango "Patotero sentimental", un panorama muy similar al de los choferes de
bomberos y ambulancias. El Sies tiene 80 conductores, pero ninguna mujer. Y en los zapadores lo
mismo. Son 113, sólo hay 6 mujeres y ninguna de ellas conduce las 8 autobombas.
El jefe de bomberos, Daniel Quintana, dijo que nadie se los impide y que "no se
discutió porque ninguna mujer lo pidió", pero garantizó que no habría ningún problema en que
manejaran. "Ellas hacen tareas de alto riesgo mucho más difíciles que conducir", aseguró.
Y si de alto riesgo se trata no hay que dejar de tener en cuenta a los que
manejan horas a lo largo y ancho del país al frente de inmensos camiones. Entre las huestes de los
camioneros también están ellas. Así lo confirma el secretario gremial del sindicato local, Rubén
López.Es más, asegura que "hay mujeres que manejan camiones de carga y van desde Santa Fe a Jujuy u
otro destino lejano como cualquiera de los hombres".