Jorge Massarelli es uno de los habitantes del edificio ubicado en Laprida 972, quien describió lo que encontró al regresar a su departamento, las dificultades que enfrentan ante la estafa de la administración con la póliza de seguro y
lo que muestra la cámara de seguridad cuando un hombre ingresa a la cochera y se va cuando el incendio se desata.
En declaraciones al programa "El primero de la mañana" de La Ocho, el propietario de uno de los departamentos del edificio donde habitaban 30 familias, hizo un relato pormenorizado de lo que se vé en las cámaras de seguridad de alta definición ubicadas en un estacionamiento: "Se ve un hombre de edad media, corpulento, musculoso con una gorrita, mirá una sola vez a la cámara. Va probando las puertas de los autos a ver si alguna está abierta. El sujeto golpea la puerta de una heladería, se va hacia una casa de artes marciales que también trata de abrir, después va a hacia la puerta del edificio y pasa hacia la puerta de la cochera, le pega una patada, y se escucha cuando la puerta cede. A los 55 minutos después sale con una bicicleta y dos bolsos grandes que se carga sobre los hombros, con una tranquilidad pasmosa, se vuelve a acerca a la puerta de la cochera y de telón de fondo se ven las llamas. Es decir que cuando él se va, ya está prendido el incendio". Y agregó: "Después de lo que se ve, hay que tener mucha esperanza en el ser humano para no creer que esto no fue absolutamente intencional".
Respecto a si hay alguna hipótesis de venganza hacia algún propietario, Massarelli primero rescató la labor de la fiscal Mariana Prunotto, y precisó: "Ha sido muy sincera con nosotros y nos dijo que pensó que esto podría haber sido por algún problema familiar, de deudas, de convivencia, venganza laboral, pero al ver el video por la actitud del sujeto, dijo que le pareció que fue algo al voleo".
"El fuego según los bomberos se ocasiona en un ángulo, en un pequeño depósito que tenía uno de los hombres, el que está grave en el Italiano, ayer lo estuve viendo el lugar y la verdad es que ahí había todos objetos inflamables con artículos escolares: bolsitas de plástico, reglas, calendarios. El fuego se originó ahí", señaló.
En tanto explicó que según su parecer ya no se podrá volver a habitar. "Los departamentos están inhabitables porque no hay seguridad, las puertas no se pueden cerrar, los pisos están quebrados. El edificio perdió la escuadra y las puertas no cierran, hay paredes rajadas, pisos levantados de cuajo, no hay luz, ni gas. ni agua, ni creo que se puedan habilitar".
Respecto a las sensaciones que lo produjo el siniestro, Massarelli dijo que son situaciones en las que "uno se da cuenta que puede perder la vida. Fue muy doloroso, no podemos dormir, salimos en medio de la noche y las llamas, mi muejr volvió a buscar a mi hijo que había quedado encerrado adentro, dramático y difícil de olvidar".
"Teníamos dos autos, quedaron derretidos. Las columnas de atrás debían ser de 40 centímetros de grosor y quedaron de 20 centímetros, con los fierros salidos para afuera. Hay columnas que están torcidas. Estuvo a punto de producirse otra desgracia como la de calle Salta, hasta que uno no va y lo ve, no toma dimensión. Las losas se hundieron, los pisos del primer piso quedaron colgando", agregó.
Por último Massarelli se refirió que las sospechas hacia la administración comenzaron días atrás cuando la empleada que realiza la limpieza contó a unas vecinas que no tenía hecho los aportes. "Es decir que nos cobraba todo y no lo pagaba. La administradora dijo que no, que era un error", expresó para agregar que con la seguro pasó algo similar. "En la compañía nos dijeron que no hay ninguna póliza vigente", lamentó.
"A mi esposa ya le había llamado la atención que en los últimos meses, cuando ponía los gastos del edificio, decía concepto San Cristóbal pero sin monto, es decir que probablemente esta mujer cuando dejó de poner el monto, dejó de pagar", especuló.