Hace poco más de un año el Concejo Municipal declaró "área de protección histórica" a toda la línea de edificación de Córdoba al 3200 y otros dos tramos por sus perpendiculares. Del volumen, con construcciones que tienen más de un siglo, hoy sólo se ve en condiciones la esquina de Vera Mujica (que ocupa una papelera mayorista), mientras que la mudanza del colegio Mirasoles dejó completamente desolado el tramo central, hoy vallado. En el conjunto de viviendas (donde también conviven una pensión, un local comercial y otro partidario) no falta nada: áreas ocupadas, otras en franco estado de abandono, vidrios rotos, ventanas arrancadas y yuyos que se abren paso entre los muros. Por Crespo, una bellísima casona inglesa también muestra tapiales, pero todo indica que ya hay interesados en volver a ponerla en valor.
En julio del 2010, los concejales aprobaron un mensaje del municipio que declaró "áreas de reserva con protección histórica" a varias zonas dentro del segundo anillo perimetral de la ciudad, determinadas en base a un relevamiento realizado por convenio con la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
El planteo apuntaba a la necesidad de "profundizar las políticas de preservación de inmuebles de valor patrimonial" estableciendo "sitios especiales del territorio municipal que ameritan ser protegidos y puestos en valor".
Entre esas áreas protegidas figuraban tramos de los barrios Sarmiento y Lisandro de la Torre, un sector de Tucumán al 4000, otro cercano a las parroquias San Miguel Arcángel, Nuestra Señora de Luján y San Antonio de Padua, y el entorno del Patio de la Madera: explícitamente, toda la cuadra de Córdoba al 3200.
En ese caso en particular, la normativa decidió declarar área de protección al "conjunto de viviendas", datadas de 1910, definidas como "las primeras construcciones de la zona, que a principios de siglo se caracterizaba por su impronta rural, en torno a la playa de maniobras del ferrocarril Central de Santa Fe, La Francesa, hoy Estación de Omnibus, y la quinta de los hermanos Jewell, y como parte de ella el Rosario Cricket Club, el hoy Club Atlético del Rosario".
La normativa planteaba que era imperioso "promover y asegurar" la protección de su patrimonio "urbanístico, arquitectónico e histórico", dado su reconocimiento por parte del "imaginario social" como "parte de un fragmento significativo de la ciudad".
Sin embargo, a poco más de un año de declamadas tan buenas intenciones el sector se ve -con excepciones- muy abandonado. Y como tramo unitario, que es lo que se busca al declararlo objeto de preservación, lo que está destruido desluce a lo que, bien o mal, al menos fue puesto en valor.
Aunque el tramo nunca logró consolidarse por completo, dos fueron los golpes que lo castigaron más. Primero, un incendio que arrasó el tradicional local Nené, una compraventa de muebles antiguos que dejó desolada (ventanas y vidrios arrancados, techos rotos, altos ocupados) la esquina de Crespo y Córdoba.
Y luego, durante el último verano, el mazazo fue la mudanza del colegio Mirasoles, que desde 1993 ocupaba parte de esa manzana por Córdoba (y desde principios de los 80, la casona inglesa de Crespo 843). Su partida hacia el confín oeste de Fisherton dejó esa gran "L" vacía. Hoy, vallada y con ostensibles deterioros de mampostería
"Nos ilusionamos con la posibilidad de que el barrio tuviera esta manzana de valor patrimonial como atracción, pero evidentemente cuesta mucho mantenerla en buenas condiciones", analizó María del Carmen, una de las vecinas de la zona que se mostró preocupada por la decadencia del sector.
Mansión Jewell. La que podría tener buen futuro, si es que finalmente se adapta a la normativa del Programa De Preservación y Rehabilitación del Patrimonio, es justamente la mansión Jewell que se encuentra por Crespo, también vallada en la actualidad.
Según contó la directora del programa municipal, María Laura Fernández, el organismo ya recibió un proyecto para intervenir el edificio, pero la autorización fue "denegada" porque las reformas planteadas no eran acordes con el grado de protección del inmueble. Ahora confían en que llegue un nuevo plan ajustado a los requerimientos de Patrimonio.