El socio de Leonardo Morgans, Guillermo Muñoz, contó lo que vivió ayer cuando su negocio fue asaltado por delincuentes que terminaron con la vida del comisario Guillermo Morgans, en el comercio ubicado en Rodríguez entre Salta y Catamarca.
En diálogo con el programa "Todos en La Ocho", relató: "Supuestamente los delincuentes ya se iban, mucho no quiero preguntar. Pero lo que Leo me cuenta es que estaba con el padre adentro charlando tomando mates. Entran dos personas, le muestra un revolver a Leo que estaba ensobrando plata para meterla en el buzón".
"Leo suelta todo y se pone para atrás, en un lugar que es muy chiquito, Guillermo estaba sentado al lado, supuestamente el otro se trenza en una lucha con Guillermo, le da un culatazo, y lo tiró detrás de una mampara. A Leo le ataron las manos con un alambre y se empezaron a llevar las cosas, hasta acá es lo que Leo me cuenta, no puedo preguntar demasiado"
"Supuestamente Guillermo se recupera del golpe, se identificó y ahí arrancó al balacera, una locura porque de a dos metros de distancia se tiraron doce balazos", describió.
Muñoz no se encontraba en el local de Rodríguez al 200, se había retirado un rato antes. "Llegué minutos después de lo que había ocurrido, yo estaba en el negocio con otro amigo charlando, con Leo, me fui porque me llamaron de la escuela de mi hija más chica para que la vaya a buscar porque no se sentía bien, habrán sido las tres de la tarde".
"Como habíamos alquilado otro local con Leo, un poco más grande para poner el Pago Fácil, entonces le fui a abrir a la gente para que trabaje, y ahí me avisa lo que sucedió. Lo que pasa es que en el negocio nunca hay señal del celular y era muy difícil comunicarse. Cuando llegué habían pasados diez minutos, lamentable, ya no se podía hacer nada", comentó muy apesadumbrado.
Guillermo Muñoz confirmó que es socio de Leonardo Morgans desde hace más de un año. "El negocio lo compré en noviembre de 2012, lo conocía a Leo por otra gente, un pibe bárbaro, una familia ejemplar los Morgans, Leo quería hacer algo, yo estaba sólo en el negocio, nos pusimos juntos para ver que hacer, y ahora íbamos a ampliar".
Respecto a la visita del comisario Morgans al negocio señaló que era habitual. "Cuando él tenía tiempo pasaba por ahí, a comer un sandwich, a charlar con Leo, era habitual que pasara, Leo estaba a la tarde, y yo a la mañana, nuestros amigos pasaban por ahí".
"No era un lugar inseguro, nunca pasó nada, a nosotros siempre nos decían 'ustedes están muy expuestos', pero nosotros no teníamos nada de seguridad porque la idea era no resistir. Nosotros pensábamos lo siguiente: si vamos a estar expuestos a que nos roben alguna vez, la idea era no resistir, que si viene alguien a robar, por ejemplo le ponen un arma en la cabeza a alguien que viene a pagar, no vamos a resistir, le íbamos a decir que se lleven la plata, y esto es lo que hizo Leo", concluyó.