El Instituto de Fisiología Experimental (Ifise) es el segundo más antiguó en el Conicet Rosario y su actual directora, María Cristina Carrillo, que está ahí desde el principio, se propone no dejar pasar su 40º aniversario; una fecha que celebrarán este viernes hablando de lo que mejor saben hacer, ciencia. "Fue primero un programa sobre finales de los 70 y en el 81 se constituyó como instituto", cuenta la investigadora que desde el día cero estuvo en los laboratorios que actualmente funcionan en la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y que llevan por lo menos siete años esperando que se terminen las obras que le darán un edificio propio en el Centro Científico Tecnológico de Rosario (CCT). Un espacio que hace "ciencia básica, esa que permite llegar del laboratorio a los pacientes", dice su directora.
El Ifise nació en el 79 como programa de investigación y se constituyó como tal, aún en dictadura, en los primeros años de la década del 80. Carrillo que desde entonces es parte de los equipos de investigación recuerda que el primer director, Emilio Rodríguez Garay, era uno de los investigadores que habían sido convocado por el propio Bernardo Houssay, primer presidente del Conicet, y le dio como destino Rosario.
Desde entonces el equipo, que ahora tiene unos 30 integrantes -entre investigadores, becarios, personal de apoyo y administrativos- trabaja sobre unas 15 líneas de investigación, funcionó en instalaciones de la Universidad Nacional de Rosario, primero en la Facultad de Medicina y más tarde en la Bioquímica y Farmacia, donde aún está en la planta baja.
Del laboratorio a los pacientes
Las ciencias médicas y biomédicas básicas son su principal trabajo, esos desarrollos que son necesario para cualquier transferencia posterior a productos aplicables al tratamiento de diversas patologías. Cáncer, enfermedades autoinmunes y trastornos en el hígado.
"Lo que hacemos es lo que permite llegar del laboratorio a la cama del paciente, sin esto no es posible", deja en claro su directora y apunta que los investigadores que lo integran se enfocan fundamentalmente "en los procesos fisiológicos y sus alteraciones por agentes tóxicos o farmacológicos, o por patologías experimentales".
Y pone como ejemplo que lo la pandemia de Covid-19 hizo masivo con la investigación de las vacunas. "Ahora todos conocen las fases de investigación de las vacunas, cosa que antes no era tan popular -explica Carrillo-. En este tipo de investigaciones sucede lo mismo: las investigaciones que se llevan adelante en relación al cáncer hepático deben primero experimentarse en animales y células de cultivo, recién después se evalúa si hay una punta para lograr la traslación a la medicina o la industria farmacéutica".
Así los procesos fisiológicos y las alteraciones por condiciones experimentales, como agentes tóxicos, farmacológicos y modificaciones de dietas son parte de sus estudios, que se realizan a través de la experimentación con células de cultivo animales y manipulaciones químicas y genéticas.
Jornada de charlas
La jornada de celebración del aniversario tiene cita para este viernes, a partir de las 9, en el Salón Irice del predio del CCT Rosario, donde participarán integrantes del instituto, pero donde el plato fuerte para quienes saben de ciencia será, a las 9.30, con la clase magistral de Gabriel Ravinovich, bioquímico y doctor en ciencias químicas, investigador superior de Conicet en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme) y docente de la Universidad de Buenos Aires.
Nacido en Córdoba, radicado en Buenos Aires y formado, en parte en Alemania donde hizo su beca posdoctoral, Ravinovich es reconocido por el descubrimiento de mecanismos de escape tumoral y de regulación de la respuesta inflamatoria, que permitieron el diseño de nuevos agentes terapéuticos en cáncer y enfermedades autoinmunes. Incluso fue propuesto en el último tiempo por un grupo de investigadores para ser galardonado con el Premio Nobel.
Miembro Asociado Extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos desde 2016 e integrante a partir de este año de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO), además de ser parte de las academias de ciencias de América Latina y de Argentina, su trabajo está publicado en un centenar de investigaciones que sentaron las bases para desarrollos científicos y tecnológicos en diferentes laboratorios del mundo. Su mayor aporte, en parte, es justamente el logro de nuevas conocimientos que pudieron ser transferidos a tratamientos específicos para cáncer, enfermedades inflamatorias y autoinmunes.
Sin embargo, no será el único orador. A partir de las 11.30, está prevista una serie de charlas bajo el título "Las científicas hablan de cáncer", donde María Cecilia Larocca, María Paula Ceballos Mancini, Daniela Gardiol y María José Rico hablarán de lo que mejor hacen, ciencia.