La enésima reactivación de los llamados "corredores seguros" y el agregado de 15
móviles policiales al patrullaje nocturno (a partir de anoche) constituyeron la promesa que se
llevaron ayer los taxistas tras reunirse con funcionarios provinciales, municipales y policiales en
el marco de una serie de violentos robos a choferes. Si bien el encuentro fue considerado positivo
por distintas agrupaciones, no alcanzó —como les hubiera gustado a las autoridades e incluso
habían propuesto algunos titulares de licencias— para levantar la huelga de 24 horas antes de
las 18 de ayer. Tampoco para despejar el temor con el que muchos dicen subir a los coches, sobre
todo en horario nocturno.
A pesar de lo redundante de las medidas de seguridad planteadas —no es la
primera vez que se anuncia más control policial para tranquilizar los reclamos de los
taxistas— la reunión celebrada ayer en Jefatura con el secretario de Seguridad de la
provincia, Horacio Ghirardi, y el jefe de policía local, Marcelo Casajús, tuvo ciertas novedades.
Por ejemplo, la presencia del fiscal de Cámaras, Guillermo Camporini, como representante de un
Poder Judicial al que algunos sectores de la dirigencia tachera reclamaba participación.
De todos. Otro aspecto hasta ayer inédito resaltado por algunos taxistas fue el
enfoque que tuvo la reunión. "Se planteó que la inseguridad no es un problema de los taxistas, sino
de toda la sociedad", resumió el tesorero del Sindicato de Peones de Taxis, Ricardo Vidal.
"Fue una de las reuniones más positivas a las que asistí por el diagnóstico real
que se hizo de la situación. Hasta ayer sólo se hablaba de un patrullero más o menos, pero esta vez
se agregaron otros temas que tienen que ver con la inseguridad, como la marginalidad, la exclusión,
los menores en riesgo y la droga", dijo por su parte el titular de la Asociación de Titulares de
Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca, quien viene afirmando que "esto no se soluciona con un
patrullero más o menos, sino con políticas de Estado: la seguridad no es un tema estrictamente
policial y debe dejar de ser un caballito de batalla electoral".
Si funciona es eficaz. En cuanto a las medidas, los taxistas consideraron
positiva la reactivación de los corredores seguros —en rigor, no todos, ya que algunos
piensan que "no sirven para nada"— aunque no evitaron cierto escepticismo. "Cuando funcionan
son efectivos", dijo Juan José Bolaniuk, de Atti, remarcando las primeras dos palabras de la frase.
"Es bueno —añadió— que por primera vez nos dieron los itinerarios de los corredores, y
también planteamos que se haga algo para evitar que los policías se queden dormidos en los
controles".
Otras medidas acordadas fue la incorporación de 15 móviles y la vuelta de los
controles de pasajeros. También se acordó realizar con más frecuencia reuniones como la de ayer y
se charló sobre cuestiones relacionadas con la seguridad y la circulación, de ahí el pedido de
retirar lomos de burro en zonas consideradas "rojas".
Muy acatado. En cuanto al paro, ayer al mediodía se pensó que tras la reunión
sería levantado. Sin embargo, a pesar de las intenciones de algunos titulares en ese sentido, la
medida se mantuvo hasta las 18, como se había anunciado.
Para los peones, levantar la medida no tenía sentido porque podría generar
malentendidos en la calle. "Lo más sensato es que el servicio se restablezca a partir del próximo
turno", indicaban ayer al mediodía. Y los titulares, si bien pensaban que mantener el paro no tenía
mucho sentido, privilegiaron el consenso obtenido con los choferes antes que aquello en lo que no
estuvieran tan de acuerdo.
En este marco, hacia las 16 de ayer ya comenzaban a circular los primeros taxis.
Al cierre de esta edición no se habían registrado incidentes.