“Para mi chica de tapa. El Negro Fontanarrosa”. A la dedicatoria la acompaña un dibujo de Mendieta. Está estampada en birome en la primera página de uno de sus libros, Best Seller, y la placa de la vitrina que lo expone en la muestra aclara que la irónica frase se la dedicó Roberto Fontanarrosa a su amigo Carlos Turco Galli. Una manía que tenía Fontanarrosa y que muchos se encargaron de recordar ayer: nunca le negó unas palabras o un dibujo a alguien, y menos a los amigos.
Esa será sólo una de las tantas dedicatorias del más reconocido y querido escritor, humorista gráfico e ilustrador que parió Rosario. Sus marcas, de puño y letra, se podrán ver en afiches, libros y papeles varios de la muestra “Entre amigos”. Una exhibición de 200 obras, con un cuidado catálogo a todo color y una colección de postales que lo homenajean, que se inauguró ayer, en el marco de otros dos acontecimientos: el Día el Amigo y el rebautismo oficial como Roberto Fontanarrosa al centro cultural de San Martín 1080 (ex Bernardino Rivadavia).
Son trabajos del propio Negro y de siete ilustradores nacionales de lujo: Quino, Caloi, Crist, Hermenegildo Sábat, Rep, Alfredo Sábat y Tute. Pero además están las dedicatorias que él les regaló a sus amigos y que ellos prestaron para este homenaje; hay dos videos que recuerdan, sin solemnidades, su vida y obra y también están los Mendietas: 32 esculturas del mejor amigo de Inodoro Pereyra, intervenidas por distintos artistas.
Amigos de la ya popular Mesa de los Galanes que se reunieron por años junto al Negro en el bar El Cairo, amigos de la profesión, gente que asegura haber sido su amiga, ex mujeres, ex jugadores del club de sus amores, políticos de todo partido, jueces, funcionarios, vecinos, conocidos y desconocidos. De a cientos: el Negro, a seis años de su fallecimiento, los reunió a todos.
Y no hubo caras largas, por el contrario hubo cariño en el recuerdo, y como no podía ser de otro modo, también hubo humor.
El director del centro cultural, Rafael Ielpi, también amigo de Fontanarrosa, al cierre de las primeras palabras del acto dijo: “Voy cortando porque si el Negro estuviera acá diría: “Ya está bien, muchachos, ya basta”.
En el video “Cine negro”, de Mariana Wenger, alguien le pregunta a otro amigo del humorista. “¿Cómo era el Negro jugando al fútbol? Un buen escritor”.
Y también con humor el dibujante Crist recordó que alguna vez en una Feria del Libro a Fontanarrosa le pidieron un dibujo de Mafalda y él se mató de risa.
Otro que tomó la palabra fue Marcelo Chelo Molina, uno de los galanes. “El Negro le hacía dibujos a todos en cualquier servilleta. El próximo homenaje, juntaremos todos esos laburos en la plaza Montenegro, a cielo abierto, y la techaremos como al Maracaná”.
También habló Rep, quien contó que vio el estreno en un cineclub de Buenos Aires de la película “Metegol”, de Juan José Campanella, basada en el cuento “Memorias de un wing derecho”, de Fontanarrosa y que cuando apareció su nombre el público aplaudió.
Que “era tímido”, que “de una idea mínima hacía un ensayo”, que “amaba a Rosario, a Central, hablar de mujeres, huevadas y estar entre amigos”, son algunas de las tantas cosas que se escucharon ayer. Y esto último lo dejó por escrito. En la muestra, hay un chiste publicado en Clarín que hace referencia al “contador Vázquez”, el Colorado, otro de los galanes. Y un cuadrito donde Boogie El Aceitoso dice: entre dientes: “Odio a O’Keeffe”, refiriéndose a un amigo más.
La palabras de María Ramírez, quien fue la mujer del fallecido dibujante Caloi, tal vez fueron ayer el mejor y más emotivo retrato del Negro: “Sólo quedará de nosotros, lo que hayamos hecho sentir a los demás”. Nadie se negó al aplauso.