La Secretaría de Control y Convivencia del municipio rosarino volvió a clausurar una planta de reciclaje de plásticos ubicada en Bernheim al 8900. En el lugar se reconvertían bidones que habían contenido agroquímicos.
La Secretaría de Control y Convivencia del municipio rosarino volvió a clausurar una planta de reciclaje de plásticos ubicada en Bernheim al 8900. En el lugar se reconvertían bidones que habían contenido agroquímicos.
La clausura se concretó de manera conjunta con la policía, en el marco de un allanamiento dispuesto por el fiscal Pablo Socca, quien investiga si el comercio está vinculado con la quema de cuatro vehículos de un vecino que los había denunciado días atrás. Para el operativo, el fiscal tuvo en cuenta la denuncia penal por violación de clausura que realizara con anterioridad Carolina Labayrú, titular del área de Control municipal.
La primera clausura se concretó el 28 de enero de este año, a partir de un trabajo de investigación llevado adelante por la Dirección de Inspección de Industrias, Comercios y Servicios, dependiente de la Secretaría de Control y Convivencia. Pese a no haber denuncias, se hizo lugar a la preocupación de vecinas y vecinos y se decidió actuar de oficio de manera inmediata. Allí se comprobó que la planta de reciclaje utilizaba exclusivamente como materia prima bidones plásticos que habían contenido agroquímicos, de los que se presume que el glifosato podría ser uno. Además, carecía de habilitación municipal y de cualquier tipo de permiso para la manipulación de elementos peligrosos.
El pasado 9 de febrero los inspectores municipales volvieron a registrar la actividad comercial y nuevamente lo clausuraron. Ante la reiterada desobediencia, la secretaria de Control y Convivencia decidió darle participación a la justicia denunciando penalmente a los titulares del inmueble.
Este hecho, sumado a la aparición de cuatro automotores incinerados en las adyacencias —que la Justicia sospecha se trata de un acto de represalia ya que pertenecen a un denunciante de la planta— motivó al fiscal Socca a enviar una orden de allanamiento. Además de la participación policial en la investigación de los coches quemados, la medida habilitaba a los agentes de control a ingresar nuevamente al lugar para reimplantar la clausura, que se concretó el viernes por la mañana.
Al respecto, Labayrú manifestó: "Decidimos actuar de inmediato por el riesgo que este tipo de circunstancias representa para el vecino. Entendemos que ese es nuestro compromiso. Estamos muy conformes con la celeridad de la Fiscalía y el trabajo conjunto que hizo que esto tenga una resolución. Ya derivaremos a las áreas ambientales de la Municipalidad, las que deberán participar a la Provincia para que se realicen los controles ambientales y puedan llevar adelante la destrucción indicada".